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Mirambel, recuerdo imborrable

Tenía muchas ganas de ver cómo estaba Mirambel. Había visitado esa población hacía muchos años y recordaba algunos edificios, pero pocos. No sabía si el recuerdo sobre Mirambel se basaba en la realidad o solamente era un recuerdo idealizado de un lugar singular. Es todavía mejor. Para un historiador, un amante del arte y la arquitectura, es un lugar simplemente perfecto. Fue declarada en el 1980 Conjunto Histórico Artístico. Asimismo, obtuvo el premio europeo Europa Nostra, en 1981. El premio ha permitido la conservación de esta localidad. También, su situación alejada de las carreteras principales ha contribuido a ello.


Mirambel es una pequeña población de Teruel y aunque depende de la Comunidad de Aragón, su territorio también tiene frontera con la Comunidad Valenciana, en concreto con la provincia de Castellón. Esta localidad forma parte de la comarca del Maestrazgo, como su vecina La Cuba y Tronchón. Se encuentra rodeada de montes agrestes y pelados. Uno no se imagina que esté tan bien conservada, protegida ni que arquitectónicamente sea tan espectacular, siendo tan pequeña y estando en un paraje tan desabrigado.


Supone una sorpresa, visitar Mirambel. Sus callejuelas laberínticas te trasladan al medievo. Su magnífica y bien conservada muralla mantiene en pie las cinco puertas de entrada a la villa. Sus puertas o portales son: el famoso Portal de las Monjas, el de San Roque, Portal del Estudio, Portal de la Fuente y el Portal de VareloSu núcleo urbano se articula alrededor de su antiguo castillo templario, edificado en el siglo XIII (actualmente quedan sus muros y poco más) en sus inmediaciones se construyeron los edificios de mayor interés arquitectónico, como la Casa Pastor, Casa de los Julianes, Casa-palacio renacentista de los Aliaga y la de los Castellot, el Convento de las Agustinas del siglo XVI, la Casa Barceló o el propio Ayuntamiento, edificio renacentista porticado que se localiza delante de la iglesia de Santa Margarita. Paseando por las callejuelas como la calle Hospital, Remolinos, Agustín Ferrer, por la calle san Roque o simplemente bordeando la muralla por la calle Ciprés, comprobarás - como hicimos nosotros - que existen muchos rincones, edificios y pequeñas plazoletas o plazas como la de Nicolás Ferrer, que merece la pena conocer.


La mayoría de los edificios de Mirambel se han construido en su intramuros. Fuera de sus muros, quedan los huertos con sus pozos, los lavaderos, el abrevadero, la fuente, las ermitas y los establos. La ermita de San Roque está justo al lado de los huertos enfrente de las murallas; en cambio, la ermita de la Virgen del Pilar está un poco más alejada, pero puede llegarse a ella perfectamente andando. Desde la ermita de San Roque, puedes contemplar una de las imágenes más interesantes y bonitas de este lugar.

3 comentarios:

Paco Piniella dijo...

Sólo conozco de Teruel, Teruel, y veo que me queda mucho por visitar y admirar.

CarmeLa dijo...

Sí, Paco. La provincia de Teruel es esa gran desconocida. Forma parte de la España vaciada y ahora repleta de eólicas, solares y sobre todo de granjas de animales que contaminan los acuíferos. Suelen ser granjas de capital extranjero, algunas holandesas. Aquí crían animales con destino Europa. Sin embargo, los purines se quedan aquí...
Saludos
Carmen

Anónimo dijo...

El terror de las macro-granjas !!
Paco Piniella