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16 agosto, 2020

Juromenha y el Guadiana

Juromenha se llena de visitantes en verano. Visitantes o turistas que quieren veranear en un lugar tranquilo y que además, desean practicar deportes relacionados con el agua. 


En verano, canoas, barcas, kajaks recorren el río Guadiana y el embalse en busca de diversión y sobre todo para aliviarse del torrido calor del verano. Porque Juromenha se localiza en una de las orillas del río Guadiana, camino al gran embalse de Alqueva -Barragem de Alqueva-. Un gran pantano que recorre una gran parte del Alentejo y que separa la parte lusa de la española. Aunque, en la Raya (como se conoce esta zona), los españoles son un poco portugueses y el contacto entre todos es casi familiar. 


Este territorio cercano a Juromenha está formado por suaves y verdes colinas, con dehesas, alcornoques y encinas. Eso sí, la arquitectura de zona lusa está infinitamente mejor conservada, las casas están como eran hace años. Conservan la piedra y la forma de construir de hace decenas y decenas de años. Mientras, en España, no se ha conservado casi nada de la arquitectura popular. Solamente, se conserva ese tipo de arquitectura en los pueblos más emblemáticos. En España, la piedra ha dejado paso al ladrillo y a las placas de yeso industrial.


Desde la abandonada fortaleza de Juromenha se puede contemplar la grandeza del Guadiana y la del embalse de Alqueva. Dicen que se  construyó el embalse para dar vida a una de las zona más pobres de la Península Ibérica. No sé, hay argumentos a favor y en contra de los embalses. 

 
 
 

El castelo de Juromenha, aunque está abandonado, se aprecia perfectamente su excelente construcción. Sobre todo su doble muralla en piedra y los típicos puestos de vigilancia o garitas. Estos servían para poder atisbar desde kilómetros de distancia, al enemigo, ya que fue zona fronteriza durante siglos. En pie quedan algunos edificios, aunque su interior está en peor estado, sin embargo con algunas rehabilitaciones en la techumbre su estructura se mantiene en pie como: la de la bonita Capela de Misericórdia y la Igreja Matríz.

07 agosto, 2020

Alter do Chao

Alter do Chão está situado en el Alto Alentejo portugués, a unos 25 kilómetros de Portalegre.. Es la clásica población alentaleja con el castillo y las bonitas casas pintadas en blanco y amarillo. El paisaje que rodea este enclave es una llanura con algunas ondulaciones y salpicada de encinas y olivos.


La primera impresión al llegar a Alter do Chao fue de sorpresa, porque nos cruzamos con la policía municipal montada a caballo, que recorría las calles de la población. Unos caballos esbeltos y elegantes. Después, nos explicaron la importancia de la localidad en la cría de los caballos lusitanos, Alter Real. Existen varías caballerizas por los alrededores del pueblo. La más importante el club ecuestre da Coudelaria. Famosa cuadra creada en el año 1748, por el rey D. João V, para la cría de caballos destinados al Picadero Real. 



El castillo de Alter do Chão impresiona por lo aparentemente bien conservado que está y por sus dimensiones. Es un castillo integrado en el centro histórico, a pie de calle. Se halla en la plaza del Jardim do Álamo, enfrente del Palácio do Álamo (convertido en museo). El castillo mantiene en pie tres altas torres. Una de ellas, la Torre del Homenaje tiene 44 metros de altura. Fue construido durante el reinado de D. Pedro I, en el siglo XIV. Un siglo más tarde, el castillo pasó a formar parte de la Casa de Braganza. 





La localidad no es muy grande, pero cuenta con construcciones de gran interés como el Convento d’Alter, convertido en hotel, el Chafaríz o la fuente renacentista. 




Muchos otros edificios son sencillos, humildes de una sola planta, con pocas ventanas y sin el empaque de las otras construcciones como la del Palácio do Álamo, por ejemplo.