Forcall

Desde Morella, llegar por la CV14 a Forcall no tiene complicación. Forcall forma parte de los pueblos dels Ports y está bien comunicada con Morella. Se localiza en un valle a los pies de la Mola de la Vila, de la Mola de San Roc y la de Garumba. Tres ríos discurren cerca de Forcall: el río Calders, el Morella y el Cantavieja. 

  

  

Aparcamos con facilidad, porque fuera de la época estival, Forcall no tiene excesivos visitantes. No es muy grande y recorrerla no entraña ninguna complicación. La Plaza Mayor centraliza el núcleo urbano. Es un pueblo tranquilo.

  

  

La Playa Mayor es una plaza de dimensiones grandes, con zonas con soportales y otras zonas sin arcos. Su dimensión es de 3.500 metros cuadrados.En ella destacan dos grandes edificios: el Palau de les Escaletes (actual Ayuntamiento de la Vila) y el bonito Palau dels Osset (actualmente es un hotel). Es un edificio renacentista del siglo XVI- XVII. En su fachada lo que más llama la atención es su gran alerón en madera tallada de grandes dimensiones y las 16 ventanas con forma de arcos de media punta. Dispone de un restaurante con menú. Comimos allí. El edificio es muy bonito tanto por fuera como en su interior. 

  

  

La oficina de turismo también se localiza en la Plaza Mayor. Así como la carnicería Rossamelia. Dónde elaboran unas sobrasadas muy buenas. Una de ellas: la sobrasada con miel. 

 

 

Paseando llegamos hasta la capilla o ermita de San José y su Calvario. Allí, hay un mirador para ver el agreste paisaje de la zona por el que discurre el río Calders. Desde este mirador divisas los huertos y granjas que rodean este enclave. La ermita estaba cerrada. Aunque eso sí, vimos su interior a través de una mirilla abierta en la puerta. También, estuvimos paseando por su bonito jardín. Estaba un poco descuidado, pero era un lugar relajado. Ideal para hacer una parada.

Batea, en Tarragona

Batea, población situada en la provincia de Tarragona, forma parte de la comarca de la Terra Alta.

El núcleo urbano más antiguo de Batea estuvo amurallado, durante siglos. Sus laberínticas callejuelas dejan ver un buen número de arcos y de soportales góticos. Se pueden ver restos de las puertas de entrada a la población como: la del Portal de l’Àngel, la del Cal Llarg i la Portalada de Sant Roc. 

                

     

   

Aunque, la huella medieval queda patente en buena parte de los edificios del centro, también es cierto que se han construido nuevos pisos en los últimos años y algunos edificios góticos han sufrido rehabilitaciones sin respetar su estructura medieval y han perdido parte de su encanto. Sin embargo, posiblemente han ganado en comodidad. 

Batea es una localidad tranquila, al menos en otoño. Cuenta con buenos comercios, con varias panaderías, supermercados, librerías y carnicerías. Pero sobre todo, destaca las múltiples bodegas con vinos de Denominación de Origen Terra Alta. Batea es un importante productor de vino. Destaca la variedad garnacha blanca. Vale la pena visitar alguna bodega y hacer una cata de vinos. Su paisaje de viñas, deja una imagen adusta de la naturaleza que rodea a Batea.

En agosto, la población se llena de visitantes que acuden a Batea a celebrar su famosa fiesta del Vino. 

 

 

Sin embargo, Batea no solamente es un buen productor de vino. Su aceite de oliva es de afamada calidad. Se elabora con las aceitunas de variedad tipo empeltre, arbequinas y farga. 

Nosotros llegamos a Batea desde Gandesa por la carretera N420 y la C221. La carretera es mucho mejor que la que había hace unos cuántos años y por esa razón, ha mejorado mucho la comunicación entre estas dos localidades. Antes, para llegar a Batea, tenías que hacer el recorrido por incómodas y estrechas carreteras repletas de curvas cerradas. 

 

 

Después de visitar Batea, decidimos comer en el restaurante Miravall. Un menú sencillo, casero, variado y asequible, con vino de la cooperativa de Batea. Una buena elección. Aunque el local es de buen tamaño y en un principio no parecía que se completase su aforo, de pronto empezó a llegar gente y se llenó. Vimos que muchos trabajadores iban a comer allí. Un sitio sin pretensiones. Un restaurante para el día a día. Se localiza a la entrada de Batea, justo al lado de la gasolinera.