Buscar este blog

26 mayo, 2023

Jerez de los Caballeros, cautivadora


Aparcamos sin dificultad, seguramente, porque no era temporada alta. De hecho, sólo nos cruzamos con un par de visitantes. La población estaba tranquila. El silencio imperaba a primera hora de la mañana. No nos imaginábamos las muchas cuestas y calles escarpadas que tenía Jerez de los Caballeros. Durante siglos, su localización la ha mantenido protegida. Sin duda, debió ser un enclave de difícil acceso, ya que se halla a unos 500 metros de altura. A sus pies, el valle del río Ardila. Hace siglos que su fértil vega facilitó la vida en esta área geográfica. De hecho, se sabe gracias a que existen vestigios arqueológicos que atestiguan la presencia humana. Lo leí en el blog de El Lobo Bobo en una entrada sobre el Dolmen de Toriñuelo. Este monumento funerario está a unos 3 kilómetros de Jerez de los Caballeros.


Lo primero que se divisa al llegar a la población son sus altas torres-campanarios que dominan el espacio vertical y sobresalen por encima de cualquier otra edificación. Entramos por una de las puertas de la muralla templaria: la Puerta de Burgos. Veníamos de Burguillos del Cerro y esta entrada es la que corresponde si llegas por el este. Antiguamente, Jerez de los Caballeros tenía 6 puertas de entrada a su recinto amurallado; en la actualidad, únicamente quedan dos, una de ellas por la que accedimos, la de Burgos y la otra es la llamada Puerta de la Villa.


La Torre de San Miguel Arcángel de 64 metros de altura y la de San Bartolomé situada en la zona de mayor altura de la villa rompen el techo visual de Jerez de los Caballeros. Su verticalidad impresiona y su delicada decoración, fascina. Puedes quedarte mucho tiempo admirando los detalles que ornamentan los campanarios. Entre las iglesias la de San Miguel Arcángel y la de San Bartolomé, existen dos edificios medievales que vale la pena visitar aunque solamente sea su exterior. Uno es el Hospital de Pobres y Transeúntes de San Bartolomé, pequeño edifico del siglo XV con una portada en piedra con arco apuntado. El otro es el antiguo Convento de Nuestra Señora de Gracia. Parecía que estuviese en remodelación, sin embargo se puede ver la portada gótica de su pequeña iglesia. 


La iglesia de San Bartolomé posee dos entradas. La principal, adosada al campanario no es muy grande. Se trata de una entrada con una puerta sencilla, con escalinata y con sus paredes exteriores ricamente ornamentadas con cerámica al estilo portugués en blanco y azul. Esta entrada da paso a un interior encalado con tres naves. La nave central con bóveda de cañón, las naves laterales con bóvedas de aristas. En ellas, se suceden distintas capillas con retablos barrocos. Lo más sobresaliente de esta iglesia es su alto campanario barroco. Está situada en una de las partes más altas de esta población, en una zona aparentemente tranquila. Mientras, la iglesia de San Miguel Arcángel se sitúa en el centro comercial de Jerez de los Caballeros, en la Plaza de España. Seguramente, esta céntrica localización genera mucha más animación, ya que hay bares, restaurantes y comercios.


Desde la iglesia de San Miguel Arcángel, pasamos por delante de la puerta de entrada a la Ermita del Cristo de la Vera Cruz -edificio del siglo XVII- y desde allí accedimos por una cuesta a la alcazaba o fortaleza que se halla edificada en otra de las colinas. Allí se establecieron los caballeros de la Orden Templaria o Orden del Templo. Los templarios amurallaron la fortaleza con un perímetro de 1.500 metros con altos muros con torres y cubos. Desde esta fortaleza las vistas son casi aéreas. No sólo puedes ver los campanarios de San Miguel Arcángel y San Bartolomé, también puedes disfrutar de una magnífica panorámica de la iglesia de Santa María de la Encarnación y ver el Ayuntamiento en su privilegiada ubicación, dentro de la fortaleza. No cabe duda de que dispone de un entorno muy bonito para trabajar. 


Después de ver la fortaleza, visitamos la iglesia barroca de Santa Catalina. Asentada en un apacible lugar, en una esquina de la plaza de Santa Catalina. La plaza está rodeada de encaladas casas de baja altura. 


Recomiendo visitar Jerez de los Caballeros y, si es posible, fuera de la temporada veraniega, para vivir su relajado ambiente y disfrutar de sus zigzagueantes callejuelas estrechas. Aunque, has de estar en forma para subir por esas empinadas calles.

11 mayo, 2023

Vallibona, seducción rural

Pese a que no está lejos de Morella, la localización de Vallibona la mantiene protegida de los muchísimos visitantes que acuden durante todo el año a la monumental Morella.


Vallibona se halla en un lugar escondido en Els Ports de Morella, en el Barranco de la Gatellera y el Cañon del río Cervol. Su acceso no es el mejor, porque para llegar a este pueblo debes recorrer una carretera sinuosa y estrecha, tanto si llegas por la carretera comarcal CV-111 desde Morella, como si lo haces desde la población de Rosell. La localidad forma parte de la Tinença de Benifassà, provincia de Castellón, en la Comunidad Valenciana.


El paisaje que rodea este enclave es el típico de Els Ports. Su situación en la ladera de un cerro con el río Cérvol a sus pies le confieren un aire de fortaleza inaccesible. De todas las veces que la hemos visitado, la primavera es, sin dudarlo, la estación del año dónde mejor se aprecia la belleza de su privilegiado entorno natural.


Las mejores vistas del valle se obtienen desde el mirador de la placeta y desde la piscina municipal.


Apenas 60 habitantes viven en Vallibona durante todo el año. Sin embargo, sus edificios se mantienen en un buen estado de conservación gracias al esfuerzo de sus habitantes, supongo que también al esfuerzo de las administraciones y a los que, aunque no vivan allí, mantienen las viviendas de sus padres o de sus abuelos en pie y suelen ir allí a veranear. Los niños pueden corretear por sus calles, sin coches y eso para las familias es una ventaja evidente.


La Iglesia de la Asunción de la Virgen, de finales del siglo XIII, se sitúa entre sus callejuelas y en una de las zonas más elevadas de esta población, aunque no en la cumbre. No he podido visitar su interior porque nunca la hemos visto abierta. Hay varias ermitas por los alrededores de Vallibona, como la Ermita de Santa Agueda. Asimismo, en Vallibona, se ha habilitado un paseo natural paralelo al río Cérvol dónde existe un sendero perfectamente señalizado y un recorrido botánico con información de los árboles y vegetación de esa zona. Esta ruta es de dificultad baja. La vegetación más cercana al río es la típica de ribera. Sin embargo, conviven con el madroño, la ajedrea, el rusco, el boj y el espino albar. La mayoría de los árboles son: carrascas, robles y pinos. Aunque, también encuentras altos olmos. 


Cuando hemos visitado la localidad, hemos comido muy bien en La Carbonera. Un hostal restaurante con un menú ajustado y muy apetecible. El espacio del restaurante es bonito, decorado con láminas de pintores y fotografías.


Como curiosidad añadida, a la salida del pueblo, dirección a Rosell, está la figura escultórica del Vallibonavenatrix. Unos arqueólogos encontraron restos de un dinosaurio carnívoro en esta zona y se decidió realizar una representación de cómo debía ser hace millones de años.