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26 diciembre, 2022

Zufre, el tesoro de la sierra

Una de las poblaciones de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche que más nos gustó fue la de Zufre. Se trata de un pequeño pueblo serrano encaramado sobre un alto risco y rodeado de fértiles dehesas, montes cubiertos de vegetación y que tiene a sus pies el embalse de Aracena. La empedrada y ascendente entrada a Zufre, desde la carretera, es una de las más espectaculares que recuerdo.


Zufre está cuidado, limpio, con unos alrededores de una belleza que emociona. Posee edificios de gran valor arquitectónico como el Cabildo o el Ayuntamiento. Es un edificio del siglo XVI con portada adintelada y de varias alturas para acomodar diferentes dependencias. Una de ellas servía también como cárcel. Se sitúa en la plaza de la Iglesia. Una plaza muy bonita, con un empedrado con diseño en cuadrícula, donde también se erige la espectacular iglesia de la Inmaculada Concepción, del siglo XIV. A su lado izquierdo, se le añadió una capilla ya en el siglo XVI. No pudimos ver su interior por estar cerrada.


En las callejuelas de Zufre descubres edificios bonitos y bien conservados. Muchas de sus calles están empedradas con diseños que evocan el damero de ajedrez, otros con motivos florales. Una de las características principales de Zufre son sus fuentes, como la situada en uno de los lados del edificio del Ayuntamiento o la de la Fuente de la calle Larga, o la fuente de la calle Ruiz Barrientos. Además, del espectacular parque del Paseo de los Alcaldes José Navarro y Andrés Pascual, con unas vistas a la sierra de las más bellas e interesantes de todo el viaje.


Recorrimos el casco viejo de Zufre por las sinuosas calles de Postigo, Vicente Campos, Linares, Sierra, San Sebastián y la calle de la Ladera. Zufre tiene una estructura urbana absolutamente medieval. Asimismo, vimos en obras la plaza de Toros y arribamos hasta la plaza Quebrada (donde tomamos unas tapas en el bar Los Benitos).




Zufre no es muy grande. Así que, cualquier rincón merece la pena ser visitado. Cualquier laberíntica calle te conduce a una igual o más bonita. Me hubiera gustado pernoctar en Zufre y eso es algo que me faltó en este viaje. Zufre es un tesoro, una localidad muy bella cuanto menos a finales de invierno y principios de la primavera.

11 diciembre, 2022

Praia do Fogo, en Ribeira Quente

La carretera que desde Furnas conduce hasta Ribeira Quente (la EN2-2A) atraviesa un estrecho valle que contiene un verde bosque con variada vegetación. La calzada cuando pasamos por allí estaba en obras. Es una carretera zigzagueante y no muy ancha. Llovía fuertemente mientras recorríamos este valle aunque después, ya en Ribeira Quente, apareció el sol. Algo típico de esta isla durante un corto espacio de tiempo: lluvia intensa, seguida de momentos de potente sol. 


Ribeira Quente es una población dividida en varios núcleos urbanos. El más antiguo se localiza en la parte central, en la pendiente de la montaña, donde se halla también la iglesia Igreja de São Paulo. El otro está situado en el pequeño puerto pesquero (contiguo a la carretera), donde se construyeron las casas de los pescadores y aún existe un tercer núcleo, más pequeño, cercano a la bonita playa do Fogo. Cuando llegas a Ribeira Quente pasas primero por el puerto. Los otros dos centros edificados están situados en el lado derecho de la carretera. 


El frente marino de Ribeira Quente está protegido por diques de mampostería de roca o simplemente por grandes rocas colocadas de tal forma  que evitan la erosión de la costa y las embestidas del océano. Allí, en la rua da Trincheira, se sitúan algunas personas para pescar, de pie, con sus cañas. La visión de la costa no puede ser más relajante y el olor a salitre lo impregna todo. 

La Praia do Fogo se localiza en una gran bahía rodeada por montanas con frondosa vegetación. Es una playa con cierto aire selvático. Aquí la temperatura del agua no es tan fría como en otras playas de São Miguel. Más bien su temperatura es templada debido probablemente a que hay manantiales termales y fumarolas submarinas que emergen en el mar, en la zona izquierda de la playa, justo al final del dique que protege la costa. Un cartel anuncia la situación de los manantiales.

La Praia do Fogo exhibe la bandera azul. No solo por la limpieza de las aguas, también, porque cuenta con buenas instalaciones sanitarias, vigilantes en la época estival, duchas y un buen acceso a la playa. Suele llenarse en verano, porque es una playa cómoda con un buen parking y buenas instalaciones.  Se puede pasar el día allí y comer en cualquiera de los restaurantes que salpican Ribeira Quente o en los chiringuitos o bares que hay cerca de la playa.