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26 marzo, 2022

Garrovillas de Alconétar, la grandeza de la simplicidad

Desde Elvas, vía Badajoz, nos trasladamos a nuestro siguiente destino: Garrovillas de Alconétar. Había escogido esta localidad, por su situación relativamente cercana al Tajo, a Cáceres, a Alcántara, al Monumento Natural de los Barruecos (aunque no tuvimos tiempo de visitarlo en los 3 días que pasamos en Garrovillas) y a la Sierra de San Pedro. También por la Hospedería de Alconétar (Casa-Palacio de los Condes de Alba de Liste) y su privilegiada situación justo en una de las plazas más bonitas de la zona, la Plaza de la Constitución. Algunas de las casas de esta plaza datan del siglo XV y ese factor me resultaba muy interesante.


Por si fuera poco, como aliciente añadido, existen por la zona numerosos senderos para caminar. Uno de ellos discurre por una zona catalogada como ZEPA (zona especial de protección de aves). Divisamos muy cerca de nosotros varias águilas imperiales (endémicas de esta área geográfica). Un sendero de los más interesantes es el de los Pinares de Garrovillas. Un paraje natural único por esta zona.

 
 
 

En los prados entre Garrovillas y Alcántara, pacen con tranquilidad vacas, terneros, ovejas, caballos y cerdos de raza ibérica alimentándose de las bellotas de las dehesas. Un lugar de gran interés medioambiental. Sostenible al máximo y con los animales felices de vivir en un territorio así. Nos hizo un tiempo estupendo pese a ser invierno. Estábamos a 23 grados con un cielo azul cobalto que impresionaba.


Garrovillas es una población no muy grande, antiguamente era la capital de esta zona y llegó a tener más de 10.000 habitantes. Ahora, solo llegan a una cifra parecida en verano, en invierno moran unos 2.000 habitantes. Conserva, sin embargo, edificios interesantes, aparte de la Casa-Palacio de los Condes de Alba de Aliste, también se puede visitar la Iglesia de San Pedro, el Convento de Nuestra Señora de la Salud (cerrado al público cuando estuvimos nosotros en Garrovillas), la Iglesia de Santa María de la Consolación, la Casa de los Templarios, el Convento - semiderruido - de San Antonio de Padua, actualmente, una parte en rehabilitación para que no continúe su derrumbe y varias ermitas como la del Humilladero. Existe un Museo Etnográfico "El Silo" al que no pudimos acceder por estar cerrado.


La Hospedería Puente de Alconétar fue una elección muy acertada donde alojarnos. Nos lo pasamos muy bien. Tanto que comimos en su restaurante "Torre de Floripes" dos días de los tres que estuvimos alojados. Nos gustó mucho, sobre todo su edificio original e histórico. Probablemente, esta Casa-Palacio de los Condes de Alba de Liste o Aliste (lo he visto escrito de las dos maneras) fuera construida, también, alrededor del siglo XV, igual que el resto de las casas de la plaza. 

 
 

Disfrutamos en Garrovillas, un lugar plácido, al menos en invierno. Se vive bien. Acorde con la naturaleza, en comunión con ella.

12 marzo, 2022

Viana do Alentejo


Sentía curiosidad por conocer Viana do Alentejo. El blog “El Lobo Bobo” cuenta con una entrada sobre esta población que me despertó la curiosidad. Además, me pareció que estaría bien conocer un lugar alejado del circuito turístico de Évora. La población no recibe tantos turistas como Évora y eso que está solamente a 31 kilómetros de distancia. En general, quienes visitan Évora, suelen desplazarse hasta Monsaraz, Estremoz, Redondo, Portel, Elvas, Vila Viçosa o Arraiolos, pero son muy pocos los que escogen conocer Viana do Alentejo. Es una lástima porque su Castillo, del siglo XIV, y su iglesia, Nuestra Señora de la Anunciación, del siglo XVI, son construcciones realmente interesantes. Asimismo, Viana es un lugar genuinamente portugués sin influencias exteriores que, si te gusta la tranquilidad de los pueblos alentejanos, deberías visitarla. No es muy grande, pero se vive bien y eso se nota enseguida. Dispone de una buena biblioteca pública y buenos servicios. Está limpia y cuidada y aparte del Castillo, tiene un Convento -el Convento de Jesús-, antiguo convento de monjas, que está muy deteriorado y que en la actualidad es de propiedad privada y en rehabilitación y que aportará un nuevo aliciente para explorar Viana do Alentejo (si es que finalmente permiten visitar su interior). Tampoco, te pierdas la fuente del siglo XVIII que se localiza en la Praça da República. Es muy bonita. Nosotros aprovechamos aún más el viaje, comprando en una tienda de artesanía y cerámica unas cuántas piezas para regalar.



El Castelo do Viana do Alentejo es una construcción con una estructura singular ya que su ubicación, en un terreno irregular, obligó a crear un castillo de planta pentagonal y no cuadrada o rectangular que suele ser lo más común. Al Castillo, durante los siglos posteriores, se fueron añadieron tejados en forma cónica en las torres y las almenas de la muralla, creando una imagen peculiar y diferente a la típica de los castillos alentejanos de sus alrededores, como el de Portel, Arraiolos, Monsaraz, Beja o Serpa.

 
 
 
 

En el interior del castillo, las antiguas dependencias de la fortaleza se transformaron en nuevos edificios con nuevos usos. El Palacio del Concejo se modificó y en ese espacio, adosado a la muralla, se construyó la Igreja Matriz de N.S. da Anunciação. De la misma manera, en otra de las áreas de este Palacio del Concejo, enfrente del lateral de la Iglesia Matriz se edificó la pequeña Igreja da Misericórdia. Actualmente, en otro de esos espacios del antiguo edifico, se ha habilitado un área de interpretación, además de una pequeña biblioteca que también se utiliza como zona de taquilla para la venta de entradas y tienda.



Cuando realizamos la visita, estaban en obras restaurando y acondicionando el espacio y las construcciones. La humedad y la lluvia son implacables. Se nota sobre todo en la pintura del exterior de la Iglesia Matriz.