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19 julio, 2020

Issos playa y el Lago Korission

En Corfú, entre Agios Georgios del sur y la playa de Marathias, se localizaba nuestro alojamiento el Voula Accommodation. Su situación no podía ser mejor. Estaba cerca de las mejores playas de arena, como la Issos beach y del Lago Korission.


Llegamos temprano a la playa de Issos, una franja de arena de varios kilómetros sin sombra alguna. La vegetación es la típica dunar, baja y seca, aunque cerca del lago existe una línea arbolada de cedros marinos, pero no en la playa. Además, en el lago está prohibido el baño. Una de las razones de llegar temprano a la playa se debió a que atravesar las dunas es costoso y agotador, sobre todo si hace mucho sol. Lo mejor es ir por la orilla húmeda hasta la zona de los acantilados y desde allí llegar al lago.


El lago Korission fue construido por los venecianos. Un puente en la bocana del lago une una orilla con la otra, dado que el lago tiene salida al mar. Alrededor del lago, un humedal hace las delicias de una gran diversidad de aves zancudas. También, de insectos sobre todo de saltamontes. Éstos se camuflan con la arena dorada, ya que son prácticamente del mismo color. No te asustes, te harán compañía.


Cuando el sol aprieta, uno puede bajar de las dunas y refrescarse en el nítido mar. Nosotros es lo que hicimos, remojarnos en ese mar cristalino.



La playa de Issos es una playa salvaje en su zona norte, allí existe una gran parcela que está considerada como playa nudista. Azotada por los vientos. Hay pocas sombras. Por el contrario, en la zona sur se localizan un buen número de chiringuitos y bares de playa con hamacas sombrillas y un hotel mastodóntico. En esta zona, la música ahoga el sonidos de las olas.


Si quieres soledad y una playa exclusiva, camina lejos de los chiringuitos, hasta que no oigas la música. Allí puedes improvisar una sombra con ramas de troncos que llegan a la orilla desde el mar. Los plásticos los deposita el viento y también el mar, pero otros plásticos se quedan en esta bonita playa por obra de personas incívicas que lanzan al suelo las botellas vacías de agua que consumen.


Esta área geográfica es especialmente rica en flora, fauna y altamente frágil. Mantenerla en buenas condiciones es importante para todos.

03 julio, 2020

Pelegrina y el barranco del río Dulce

Pelegrina es un pequeño pueblo de Guadalajara, allí termina la carretera. Pocas viviendas están habitadas, aunque es fácil deducir que las casas que están vacías son de veraneo. Seguro que Pelegrina duplica o triplica sus habitantes en época estival. Queda cerca de Guadalajara, Alcalá de Henares y de Madrid. Por ello, los fines de semana tienen una alta afluencia de visitantes de estas tres ciudades. Aquí se descansa. Ni un ruido.



Solamente 7 kilómetros separan esta población de Siguënza. En Pelegrina se localiza la parte más espectacular y bonita del Barranco del río Dulce.


También, se puede observar este barranco desde una gran altura. Desde el mirador de Félix Rodrigo de la Fuente (médico de estudios y naturalista de profesión).


Sin embargo, nosotros preferimos recorrer el Barranco, andando. Existen dos rutas muy bien señalizadas que discurren a lo largo del cauce del río Dulce. Una naranja y otra azul. Ambas rutas son casi paralelas y de idéntica dificultad: bastante fáciles de recorrer. Aunque el recorrido de la senda naranja es más llano, el azul no resulta en absoluto complicado, aunque transcurre por un par de pequeñas colinas.

 
 

Nosotros hicimos el recorrido circular fuimos por la ruta naranja y regresamos por la azul. En invierno, la gran mayoría de árboles son de hoja caduca y muestran sus ramas sin hojas, con ramificaciones enmarañadas y vacías. Ni una sola hoja en los árboles; todas sobre el suelo terroso.


Después de realizar el recorrido circular quisimos subir al Castillo de Pelegrina, en ruinas. Sobre todo para contemplar el barranco desde otra perspectiva y para divisar el bonito paisaje del valle. 

 
 

Fue un buen fin de viaje.