Buscar este blog

11 diciembre, 2020

Gandía, entre el mar y la montaña

Conocemos muy bien el litoral alicantino, pero nunca antes habíamos estado en la zona costera valenciana. Así que quisimos subsanar este desconocimiento y decidimos visitar Gandía, situada a 70 kilómetros de Valencia capital.

Gandía, capital de la Safor, conjuga perfectamente el campo con el mar. Porque Gandía se halla entre la Serra Falconera y la Serra Grossa y el mar. Las cimas más altas de la zona son Mondúver, la Safor y la cima Molló de la Creu

Gandía es fértil, de una gran variedad natural y paisajística. No solamente tiene mar y montañas también valles como el de la Marxuquera. Es una zona fértil en gran medida, porque es una área generosa en agua. Posee grandes zonas de humedales, torrentes  y ríos que  enriquecen  la tierra por donde pasan como el río Xaraca, el río Vaca o el río Serpis. Son ríos que llevan mucho más caudal  tras el deshielo o cuando hay fuertes  lluvias. El río Serpis, que pasa  por el centro de Gandía capital, es uno de los más caudalosos. Nace en la Sierra de Mariola, cerca de Alcoy, y desemboca en el litoral de Gandía, entre la playa de Gandía y la de Venecia o la de Daimús.

 

Gandía cuenta con una de las playas más cuidadas y bonitas del litoral valenciano. Es un litoral kilométrico de playas de arena fina tostada que van desde Cullera a Oliva. Para mí, la zona más espectacular es la de Gandía a Xeraco

Gandía cuenta con unos 75.000 habitantes. Es una ciudad de tamaño medio, con un centro histórico muy agradable para pasear sobre todo la zona del Paseo de les Germanies. Todo los edificios más interesantes  y emblemáticos están cerca de esta artería de la ciudad. También, las plazas más bonitas como la Plaza del Rei, la  Plaza de la Vila la plaza Major, la Plaza del Prado, la plaza Beato Andreu o la plaza Loreto. Pasear por Germanies en relajante sobre todo cuando la cierran al tráfico que suele ser los fines de semana por la tarde. Ves a las familias salir a dar un paseo y a los niños jugando en las calles. Algo que ya no se aprecia en mi ciudad. Los niños van solos y corren y juegan en libertad como en un pueblo pequeño donde todos se conocen.

 
 
 

Me gustaron especialmente el Palau Ducal y la Casa de Cultura (conocida como la casa de la Marquesa).

Cuando estuve, en  la Casa de la Cultura, Marqués de Gonzalez de Quirós, tuve la suerte de ver la exposición de un antiguo integrante del Equipo Crónica: Manolo Valdés. Una exposición interesante entre la pobre oferta cultural de finales del verano 2020. Fue un bálsamo para el intelecto. 

  

Detrás de la Casa de la Cultura hay un pequeño y bonito jardín que comunica con la gran plaza del Prado. Un plaza de espacio espectacular tanto de tamaño como de cantidad de bares que hay para tapear (como dicen allí, para tomar una picaeta o un mosset).


 
 

Si continúas el paseo hacía el sur de Germanies, te encontrarás con los puentes que cruzan el río Serpis. Unos son para que crucen, mayoritariamente los coches y otros son solo peatonales. 

Podéis acercaros hasta el mirador de los Borja. Familia emparentada directamente por matrimonio con los duques de la Corona de Aragón, desde el siglo XV.

4 comentarios:

Raúl dijo...

Nosotros también tenemos muy buen recuerdo de Gandía y la playa es fantástica, saludos viajeros

CarmeLa dijo...

Hola, Raúl
Para nosotros fue una sorpresa. Nos gustó mucho la parte del centro histórico de Gandía y su kilométrica playa. No había mucha gente en la playa. Supongo que otros años en octubre estaría repleta de turistas y visitantes, pero este año 2020 ha sido una excepción difícil y extraña, para todo y para todos.
Saludos cordiales
¡Salud!

Paco Piniella dijo...

Conozco tantas partes del mundo ¡y no conozco Gandía! habrá que ir cuando nos dejen viajar. Feliz Año CarmeLa

CarmeLa dijo...

¡Feliz año, Paco y familia!. No he visto tu entrada hasta hoy día 1 del 2021. A ver si este año, se presenta mejor que el anterior. ¡Que tegamos salud y muchos viajes!
Paco, la parte vieja de Gandía es bonita, con muchas plazas y un ambiente relajado, por lo menos lo vivimos así en octubre. Aparentemente, la ciudad estaba sin turistas.
¡Salud!