Después de instalarnos en nuestro alojamiento en las villas Afentiko Pigadi, nos dirigimos a Methoni. El sofocante sol no impedía que disfrutáramos de la bella imagen de la ciudad que se divisaba desde el coche mientras nos dirigíamos a ella después de dejar las maletas en nuestro alojamiento.
Methoni es una población costera. Tiene una larga playa urbana, dos pequeños puertos, en dónde están varados los barcos de pesca o de recreo y una imponente fortaleza sobre el mar: el castillo de Methoni.
La mayoría de los edificios son de poca altura y se han construido escalonadamente a lo largo de la zona sur de la colina. Son edificios con tejados a las cuatro vertientes de tejas rojas típicos de Messenia. Los edificios miran al mar y a la isla de Sapientza.
La ciudad de Methoni es tranquila y recogida. En verano, el fuerte sol hace que sus calles estén desiertas, aunque eso sí, las playas estén repletas, sobre todo la playa urbana de la ciudad.
Por las mañanas, Methoni está dormido, pero despierta cuando el potente sol desaparece y ya no hace tanto calor.
Al anochecer, las calles se vuelven peatonales y los restaurantes aprovechan para sacar sus mesas y sillas a la calle y agrandar de esta forma sus terrazas. En las noches de verano, los restaurantes, los bares y cafeterías se llenan de los visitantes que durante horas anteriores habían estado bañándose en las playas de los alrededores. Poco a poco, la vida vuelve a las calles de Methoni.
Al anochecer, las calles se vuelven peatonales y los restaurantes aprovechan para sacar sus mesas y sillas a la calle y agrandar de esta forma sus terrazas. En las noches de verano, los restaurantes, los bares y cafeterías se llenan de los visitantes que durante horas anteriores habían estado bañándose en las playas de los alrededores. Poco a poco, la vida vuelve a las calles de Methoni.
Disfrutamos mucho de la relajada forma de vida de Methoni.
Tenemos muy buenos recuerdos de la ciudad. Además, nos gustaron un montón las caseras comidas del restaurante Niko's y del restaurante Sapientza. Comida genuinamente griega. Elaborada con esmero, paciencia y ganas de agradar. Suspiro por sus platos caseros de tomates rellenos de arroz y su guisado de okra con cebolla y tomate.
Tenemos muy buenos recuerdos de la ciudad. Además, nos gustaron un montón las caseras comidas del restaurante Niko's y del restaurante Sapientza. Comida genuinamente griega. Elaborada con esmero, paciencia y ganas de agradar. Suspiro por sus platos caseros de tomates rellenos de arroz y su guisado de okra con cebolla y tomate.
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