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26 abril, 2024

Alicante, entre dos castillos


Hacía muchos años que no visitaba Alicante, ciudad costera donde viví 14 años de pequeña. Recordaba la ciudad mucho más grande, aunque el centro de la ciudad es fácil de acotar. Se recorre sin problemas. La parte más bonita es la de la Explanada de España, el paseo de los Mártires de la Libertad, paseo del Puerto Viejo y el frente marino. El único problema es que la carretera nacional pasa justo al lado del puerto y de la playa del Postiguet. Una playa muy bonita, a pesar de que se trata de playa urbana.


En el paseo del Postiguet se va a primera hora de la mañana a hacer deporte, a caminar, a hacer ejercicio, yoga, a ir en bicicleta o simplemente a pasear. Después de hacer deporte, lo ideal es meterse en el mar. Resulta una manera perfecta y económica de estar en buena forma física.


Nos alojamos en la calle Bazán, cerca de la pastelería Dorita, del mercado Central y de la zona de ocio. No se percibe por las mañanas, pero a cierta hora del día las calles centrales de la zona comprendida entre el Teatro Principal y la Explanada se llenan de terrazas que ocupan gran parte de la calle, como la calle Colón, san Idelfonso o la propia calle Major (que resulta incómoda para pasear). Allí se desayuna o se toman copas. Acuden los turistas, que en Alicante se ven por todas partes, y también la población local. Sin embargo, los locales suelen ir a bares de toda la vida mientras que los turistas buscan lo mismo que tienen en sus países: hamburguesas, frankfurt y cervezas conocidas por ellos.


Encontré el centro de Alicante un poco descuidado. Los mejores edificios y más elegantes han sido sustituidos por otros edificios más impersonales y que pueden encontrarse en cualquier otro lugar. Una pena. Sin embargo, aún quedan algunos edificios art decó o racionalistas al final de la Rambla de Méndez Núñez cerca ya de la Explanada de España y plazas con encanto como la de Gabriel Miró, la de la Santa Faz o la plaza Portal de Elche. También merece la pena visitar la plaza del Ayuntamiento. Es una plaza prácticamente cuadrada con soportales, en tres de sus lados, en el otro se halla el edifico del ayuntamiento. La sede del mismo se ubica en un edificio del siglo XVIII espectacular, flanqueado por dos altas torres. Una de ellas con reloj.


Alicante cuenta con dos castillos, el de Santa Bárbara y el de San Fernando. La vista desde cualquiera de ellos es interesante. Más bonita es la del castillo de Santa Bárbara porque se divisa la playa y toda la línea costera.


Aconsejo tomar un café después de comer por la zona del Real Liceo de Alicante (antiguo casino de Alicante) en la Explanada de España. No se oyen los coches desde allí y es una zona tranquila y agradable.


Una de las cosas más destacadas de Alicante es sin duda su Mercado Central. Increíblemente bueno. Un lujo. Calidad de primera. Se come bien en Alicante. Déjate aconsejar por los locales. Pregunta. Nosotros así lo hicimos y comimos de maravilla en Alma de Barra. Muy, muy recomendable.​ Cuando salgas de visitar y comprar en el Mercado Central puedes coger la avenida de la Constitución hasta el Teatro Principal. Es una calle peatonal muy soleada, en invierno perfecta para hacer una parada y ver el trajín de gente que camina arriba y abajo de la avenida.


También vale la visitar ir al Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) y al edificio de la Tabacalera donde suelen hacer exposiciones, en el Centro Cultural Las Cigarreras.


Si dispones de tiempo, puedes acercarte a la encantadora isla de Tabarca. La última vez que estuvimos en Alicante fuimos a verla, aunque no nos bañamos pues era invierno. Guardo un buen recuerdo tanto del viaje como de la isla.


Si finalmente vas a Alicante y te gusta pasear y ver la ciudad tal cuál​ como se vive allí, es mejor no ir en verano. Primero porque el calor es insoportable y segundo porque está repleta de gente que va de veraneo. La primavera es ideal y el otoño también, hasta el invierno es perfecto para ver la ciudad. ​Aunque, encontrarás muchos turistas prácticamente todo el año. 

2 comentarios:

Paco Piniella dijo...

Ha sido siempre una de esas ciudades que dices "aquí no me importaría vivir". La recuerdo con añoranza de cuando hacía la línea de Canarias a Valencia y Alicante, allá por los años noventa con un barco de carga llevando plátanos a la península. El clima es extraordinario y es una ciudad agradable y amigable.

CarmeLa dijo...

Hola, Paco

Sí, Alicante es una ciudad agradable, pero por lo que vi cuando estuve en marzo, su ocupación turística es difícil de asumir. El bonito centro histórico está siendo abandonado por el altísimo precio de las viviendas ya que los "fondos de inversión" han entrado a saco y se quedan los mejores edificios para hacer alojamientos, seguramente turísticos o para hacer negocios... Pasa lo mismo en muchas otras ciudades.

Hay urbanizaciones en la provincia de Alicante que el único idioma que se escucha por la calle es el inglés y el alemán.

Sobre el clima, cada vez llueve menos y el calor en verano es tremendo, pero sí, volvería Alicante, me gusta pese a sus inconvenientes y al desastre urbanístico de algunas zonas.

Gracias, Paco, por la visita