Barcarrota, Nogales y sus castillos

Siguiendo la ruta por los castillos de Extremadura, nos acercamos a visitar otros dos cercanos a la población de Feria: el de Nogales y el singular castillo reutilizado como plaza de toros de Barcarrota.

Comenzamos la visita por Barcarrota. Otra de las pequeñas poblaciones de la provincia de Badajoz. 

En Barcarrota, a nivel constructivo se percibe la influencia portuguesa, sobre todo por el adoquinado de algunas calles. Asimismo, su entramado de callejuelas con casas encaladas nos recuerda su pasado medieval. En particular, esto se aprecia alrededor del barrio de la Judería y de la zona del Castillo. El castillo, del siglo XIII, queda oculto tras la edificación de algunas viviendas que han construido aprovechando, como base, los muros de la propia muralla.

La plaza de España o plaza del ayuntamiento de Barcarrota, está presidida por la figura escultórica de Hernando de Soto, el conquistador. Está esculpida en mármol. Uno de los edificios más singulares de esta plaza es el Casino del siglo XIX, de estilo Modernista. Aunque, sin lugar a dudas el edificio más emblemático de Barcarrota es su castillo-plaza de toros. Al igual que sucede en Fregenal de la Sierra, la reutilización del castillo, lo ha mantenido en pie.

Nogales no está lejos de Barcarrota. Se localiza entre las tierras de Olivença y las de Barros. Actualmente, es uno de los castillos mejor conservados de la zona, ya que se han realizado, no hace muchos años, obras de rehabilitación y remodelación

Llegando al pueblo ya se puede divisar la imponente silueta de la fortaleza-castillo de Nogales. De planta cuadrada con cubos en los ángulos, dispone de una Torre del Homenaje de 35 metros de altura y 15 metros de diámetro y con 3 pisos de altura. Un foso protege el castillo, aunque, se accede a él por un sencillo puente de madera. Está bien conservado o por lo menos, lo parece exteriormente.

El castillo, sito en la parte más alta de una colina. Se edificó sobre uno anterior en un amplio solar. Allí existen otras construcciones: un cementerio y una iglesia, la de San Cristobal.

La iglesia de San Cristóbal es una construcción religiosa no muy grande que fue fundada alrededor del siglo XV. Su portada es gótica y sobresale del pulido muro de la iglesia. Tres vanos exentos y situados sobre la portada contenían las campanas de la iglesia. Aunque, en la actualidas de la tres, quedan solamente dos. 

Cuando llegamos a las puertas del castillo estaban cerradas. Nos resultó imposible entrar a visitar sus dependencias. Unos vecinos de la zona nos avisaron que se trata de un castillo privado. Sin embargo, existe un horario programado de visitas. Supongo que se puede reservar programando la visita por internet o seguramente, se puede obtener más información llamando al Ajuntamiento de Nogales.

Una vez allí y en vista que no podíamos acceder, a su interior, decidimos dar la vuelta a su muralla. Así pudimos ver, tanto la zona de la fosa, como la parte trasera de la fortificación. Fue un pequeño recorrido con muy buenas vistas al campo. Igualmente, obtuvimos una visión diferente de su construcción. Observamos que sus torres de planta redonda enmarcaban la encumbrada Torre del Homenaje, en una composición simetrica.