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26 octubre, 2022

Fregenal de la Sierra, descubrir sus secretos

La entrada a Fregenal de la Sierra desde Jerez de los Caballeros, decepciona. Sin embargo,  su centro histórico es emocionante, hermoso y supone la mejor representación de su pasado histórico.

Fregenal de la Sierra es una población muy bonita, con un gran patrimonio arquitectónico que le valió ser Bien de Interés Cultural (BIC) en 1991. Su importante patrimonio consta de iglesias, conventos, casas-palacio, castillo templario, ermitas y casas señoriales. Un inmenso activo que vale la pena mantener y restaurar. 


Durante siglos, esta población dependía del Reino de Sevilla, pero en 1833 pasó a formar parte de Extremadura. Cuenta con casi 5.000 habitantes. Se halla situada muy cerca de Portugal y lindante con Huelva, en una encrucijada de caminos, de ahí su alto valor estratégico y su importancia histórica y cultural. 


Nosotros, para conocerla aparcamos cerca del antiguo Convento de San Francisco. Edificio que se ha acondicionado para contener en su interior el Museo de Arte Contemporáneo de Fregenal (el MACF). Aconsejo la visita. 

Dando un paseo por la plaza de la Fuente Miranda y las calles, cuesta de Santa María, calle Nueva, Bravo Murillo y la calle Marqués de Riocabado, pasas junto a la Iglesia de los Jesuitas y por casas señoriales como la Casa de Marqués de Riocabado y la Casa de los Condes de Torrepilares.

       

Deambulando entre las callejuelas, del centro histórico, llegas a la plaza Llano de Santa Ana donde se localiza la Iglesia de Santa Ana y varias casas señoriales. En sentido contrario, bajando por la calle Marqués de Riocabado conectas con la pequeña calle Soto Mancera que da paso a la Plaza de la Constitución. Allí se localiza el Castillo de Fregenal, del siglo XIII. Castillo templario construido sobre los restos de otros edificios anteriores. Es una fortaleza integrada, asimilada dentro de la población. Su estructura amurallada queda confundida entre otros edificios adosados a ella, como la Iglesia de Santa María, del siglo XIII, y la Casa Parroquial. Con el paso de los siglos este castillo o fortaleza cambió su uso y a partir del siglo XVIII se construyó en su interior una Plaza de Toros y, más tarde, el Mercado de Abastos. Actualmente, en sus bajos se ubica la oficina de Turismo. Para entrar al castillo accedimos por las escaleras del interior de la misma oficina de Turismo. Nos quedamos impresionados por su singular arquitectura y sus nuevas dependencias. Un lugar especial, sorprendente  y bien mantenido. 

       

Fregenal de la Sierra tiene mucho, mucho que ofrecer. No pudimos visitar todo su patrimonio artístico en un solo viaje. Por ello, volvimos a disfrutar de Fregenal de la Sierra en dos ocasiones más. 

Tienen merecida fama los jamones y embutidos de Fregenal. De hecho, está rodeada de dehesas donde  los cerdos de raza ibérica comen, en libertad, sobre todo bellotas. Por esa razón, como aliciente añadido a nuestra cultural visita, compramos un excelente embutido en la carnicería Adame, en el paseo Pilarito. Altamente recomendable. 

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