Batea, población situada en la provincia de Tarragona, forma parte de la comarca de la Terra Alta.
El núcleo urbano más antiguo de Batea estuvo amurallado, durante siglos. Sus laberínticas callejuelas dejan ver un buen número de arcos y de soportales góticos. Se pueden ver restos de las puertas de entrada a la población como: la del Portal de l’Àngel, la del Cal Llarg i la Portalada de Sant Roc.
Aunque, la huella medieval queda patente en buena parte de los edificios del centro, también es cierto que se han construido nuevos pisos en los últimos años y algunos edificios góticos han sufrido rehabilitaciones sin respetar su estructura medieval y han perdido parte de su encanto. Sin embargo, posiblemente han ganado en comodidad.
Batea es una localidad tranquila, al menos en otoño. Cuenta con buenos comercios, con varias panaderías, supermercados, librerías y carnicerías. Pero sobre todo, destaca las múltiples bodegas con vinos de Denominación de Origen Terra Alta. Batea es un importante productor de vino. Destaca la variedad garnacha blanca. Vale la pena visitar alguna bodega y hacer una cata de vinos. Su paisaje de viñas, deja una imagen adusta de la naturaleza que rodea a Batea.
En agosto, la población se llena de visitantes que acuden a Batea a celebrar su famosa fiesta del Vino.
Sin embargo, Batea no solamente es un buen productor de vino. Su aceite de oliva es de afamada calidad. Se elabora con las aceitunas de variedad tipo empeltre, arbequinas y farga.
Nosotros llegamos a Batea desde Gandesa por la carretera N420 y la C221. La carretera es mucho mejor que la que había hace unos cuántos años y por esa razón, ha mejorado mucho la comunicación entre estas dos localidades. Antes, para llegar a Batea, tenías que hacer el recorrido por incómodas y estrechas carreteras repletas de curvas cerradas.
Después de visitar Batea, decidimos comer en el restaurante Miravall. Un menú sencillo, casero, variado y asequible, con vino de la cooperativa de Batea. Una buena elección. Aunque el local es de buen tamaño y en un principio no parecía que se completase su aforo, de pronto empezó a llegar gente y se llenó. Vimos que muchos trabajadores iban a comer allí. Un sitio sin pretensiones. Un restaurante para el día a día. Se localiza a la entrada de Batea, justo al lado de la gasolinera.
2 comentarios:
Totalmente desconocida para mi.
A veces nos perdemos rincones cercanos y buscamos horizontes lejanos.
Me encanta tu blog.
Hola, totalmente de acuerdo contigo. A veces, nos olvidamos de mirar con ojos curiosos a nuestro alrededor.
Gracias por la visita
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