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Mistras



La legendaria Mistras es una villa fuertemente fortificada. Yace edificada en las laderas y en la cima de una montaña y a sus pies, se extiende el valle de Esparta. Justo en la cima, presidiendo el conjunto y en el lugar más estratégico, se construyó el castillo, palacio o kastro.


Los edificios de la ciudad de Mistras que se mantienen en pie y las ruinas, son de tal magnitud que es fácil hacerse una idea de cómo debía ser la ciudad en su época de mayor esplendor. Llegaron a vivir 42.000 personas en ella, repartidas entre el recinto y en los extramuros. Recorrer las estrechas callejuelas y las rampas que conducen de una iglesia o a un edificio facilita la compresión de cómo se vivió allí.


El lugar arqueológico de Mistras se vislumbra ya desde la lejanía. De hecho, cuando llegas en coche hasta la nueva ciudad de Mistras se divisa, desde la misma carretera, la colina con los edificios y construcciones de la antigua ciudad franca y más tarde bizantina de Mistras.


Fue fundada en 1249 por Guillermo de Villehardouin, príncipe franco de Acaya que erigió la fortaleza o kastro (también la ciudad de Monemvasia y Tigani).

Años más tarde, en 1269, la fortaleza cayó bajo dominio bizantino. Durante el periodo bizantino, se desarrolló en la ciudad un centro artístico de gran importancia que atrajo a pintores, pensadores, escultores y arquitectos que procedían de toda Europa, sobre todo de Italia, aunque también, de Constantinopla. Fue un lugar paradigmático para las artes. Por ejemplo, la iglesia de Perivleptos contiene en su interior unos frescos bizantinos especialmente hermosos, en los que predomina el color azul y oro, que datan del siglo XIV. Preside la iglesia la imagen imponente del Pantocrátor.



En 1460 fue conquistada por los turcos. En el siglo XVII y principios del siglo XVIII perteneció a Venecia. A finales del siglo XVIII, vuelve a caer en manos turcas y más tarde es arrasada por los albaneses. Finalmente, la ciudad fue abandonada, definitivamente, en el siglo XIX.


El conjunto de Mistras fue declarado Patrimonio de la Humanidad, en el año 1989.


Actualmente, el único edificio habitado allí es el Monasterio de Pandánassa. En él viven unas monjas. Resulta inaudito que una extensión tan grande de construcciones se abandonasen de la noche a la mañana.


La historia de Mistras es apasionante y el estado de conservación del emplazamiento asombroso.

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