Si el día está despejado, dar una vuelta por el frente marítimo de Barcelona es una excelente propuesta.
Desde el final de Las Ramblas, llegas caminando en un momento a la zona de playas de La Barceloneta. No está nada lejos. Además, si te gusta caminar, el paseo resulta muy entretenido. Eso sí, hay que procurar ir a primera hora, sobre todo los fines de semana y los festivos, para encontrar menos gente y poder pasear a buen ritmo.
En el paseo, puedes sentarte en una terraza o en cualquier banco y observar el continuo trajín de los turistas y de los habitantes de la ciudad que van de un lado a otro.
Desde cualquier punto del puerto o de la zona del Maremagnum, las vistas del frente marino de Barcelona son muy bonitas.
Si te cansas de caminar y te entra apetito, puedes comer o degustar unas tapas por la zona.
Me gusta ir a la cervecería "El Vaso de oro", pero normalmente está repleta y para poder sentarte en la barra hay que hacer cola. Tienes que tener muchas ganas de tomar una tapa o mucha paciencia.
Existen muchos restaurantes, por esta área marítima de la ciudad, en los que se puede comer bien. El veterano Can Solé o Can Majó y el moderno Pez Vela o el Somorrostro.
Cerca de la playa, se puede comer en el famoso restaurante La Mar Salada, en el chiringuito el Gallito, en La Carioca o en un pequeño y discreto restaurante con una cocina deliciosa a un precio muy competitivo como es el Nass restaurant.
Si el hambre te pilla por la zona del Maremagnum, también encontrarás buenos restaurantes como el Elx y el Martina's, aunque hay muchos más.
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