Volver a Olhão me hace muy feliz. Es un lugar tranquilo y plácido, sobre todo fuera de los meses de julio y agosto. En esos meses, la mayoría de ciudadanos de los países del centro y norte de Europa, incluido España, pasan sus vacaciones fuera de sus localidades. Ese flujo de veraneantes buscan afanosamente el mar principalmente en las costas del sur del continente ya sea las portuguesas, españolas, italianas, croatas, albanesas o griegas.
Septiembre, en cambio, suele ser un mes más calmado. Ideal para viajar. El parque natural de la ría Formosa está espectacular en ese mes. Así que pusimos rumbo a la población que más nos gusta de esa área geográfica: Olhão.
Olhão nos queda lejos, ¡ya nos gustaría tenerlo más cerca!, pero nos encanta visitarlo. También nos gusta Fuseta, pero Olhão posee mucha vida y alma. Además de una buena oferta cultural. También se pueden contemplar los mejores atardeceres desde el cais d'Olhão. Suelen ser, si el cielo está despejado, brillantes con tonos dorados, anaranjados y rojizos. Impresionantes. Asimismo esta población cuenta con un mercado de fruta y otro de pescado que, si te gusta cocinar, comprobarás que su materia prima es de las mejores. Nosotros adquirimos gambas blancas y calamares y los cocinamos en el apartamento que teníamos alquilado. También comimos fuera, porque en Olhão se come muy bien. Esta vez repetimos dos días en el restaurante Terra i Mar. Descubrimos nuevos restaurantes que no conocíamos, el restaurante GNO (grupo Navall de Olhão) y también la Padaria Delícias do Olhão. Allí tienen un menú ideal para comer algo rápido.
Disfrutamos del día a día que se vive en Olhão. La gente no tiene prisa y por las tardes, sentarse en el paseo del puerto, tiene la recompensa de ver llegar los barcos y ver pasear sin rumbo a las familias con hijos. En primera línea del mar, a pie de puerto o sentada en un banco de madera en el Jardim Patrão Joaquim Lopes, el fuerte olor a mar mezclado con la frescura de la brisa atlántica hace que te reconcilies con todo.
Nos gusta pasear por la rua do Comércio, por la rua Vasco da Gama o por la tranquila calle rua Carlos da Maia con sus pequeñas casas de baja altura y llegar hasta la Praça da Restauração y la Igreja de NS do Rosário. Desde allí, vale la pena acercarse hasta la Avenida da República 14 y entrar en la Associação Cultural de Olhão, aunque solamente abre por las tardes. Es un local antiguo donde se realizan exposiciones, conciertos y actividades culturales y de todo tipo para los que viven allí. Además, cuenta con un pequeño bar-cafetería que es muy chulo y una zona al aire libre donde se celebran conciertos en verano.
Con todo, lo que más nos atrae de Olhão es su perfecta localización en el PN da Ria Formosa tan cercana a las islas de Armona y Culatra. Desde el paseo paralelo a la Avenida 5 de Outubro dispondrás de una buena visión de la ría Formosa. Te recomiendo llegar hasta el final, hasta la Real Marina, y contemplar otra panorámica de la ría. Merece la pena.
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