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30 octubre 2024

Loulé, Algarve interior


Uno de nuestros cuatro días de estancia en la zona de Olhão lo dedicamos a visitar Loulé.

No fuimos por la autovía que conecta Olhão con Faro y Faro con Loulé. Preferimos perdernos un poco por las carreteras comarcales del interior. Son carreteras pequeñas que forman una red de comunicación entre pequeñas aldeas, pueblos y pequeñas urbanizaciones. La M1312 que pasa por el Barranco de São Miguel y muy cerca de Estoi y São Brás de Alportel fue nuestra primera opción, pero cómo se complicaba el trayecto, por la Serra do Caldeirão y ya no sabíamos qué desvío tomar, nos incorporamos a la N125. Ésta conecta Faro con Loulé. La N125 sin ser una autovía es mucho más amplía que las carreteras comarcales por las que pasamos circulando. Se trata de una carretera nacional, mejor señalizada y más ancha.


Loulé es una población de más de 60.000 habitantes. En la zona del centro de la ciudad el aparcamiento es de pago y existe una amplia zona con calles peatonales o de acceso restringido a los vehículos. Así que, tuvimos que dar algunas vueltas hasta encontrar finalmente un lugar para el vehíclulo.

Habíamos leído que Loulé era una población auténtica del Algarve. Así que ese fue el motivo de nuestra visita a la ciudad. Nos encontramos con una población cuidada en la que destaca un bonito castillo y un gran mercado municipal, que vertebra la ciudad.


El Mercado Municipal de Loulé es impresionante. Grande, con cuatro pabellones y cuatro puertas de entrada. Se inauguró en 1908. Es una construcción en estilo neo-árabe dentro de la corriente artística del Art-Nouve. El mercado estaba abierto. Es muy bonito. Está bien rehabilitado y muy limpio. La zona que rodea el mercado es la más interesante y bonita de todo Loulé. De hecho, comimos muy bien en un restaurante muy cercano al Mercado, en el renovado Flor da Praça.



Por sus alrededores encontramos muchas cafeterías y restaurantes. También entramos en una de sus cafeterías históricas, la de Calcinha. No lejos de está zona central de Loulé se encuentra la Cámara Municipal (ayuntamiento), la antigua Casa dos Barretos con los baños árabes, el antiguo convento del Santo Espíritu, el casco histórico y la entrada al Castillo.


Desafortunadamente no pudimos visitar el Castillo porque cierra los lunes, justo el día de nuestra visita. Así que nos quedamos con las ganas de ver su interior. Pintaba bien. El edificio tiene una base antigua, probablemente del siglo II, con una ampliación en el siglo XIII y una reconstrucción en el siglo XVIII. Un poco más lejos podéis visitar el antiguo cementerio reconvertido en un parque: el Jardim do Amuados y justo delante del parque se halla la bonita Iglesia Matríz de São Clemente.


Nos lo pasamos muy bien visitando Loulé. Una ciudad con mucha vida en sus calles, agradable y con buenos comercios. Fue una buena opción.

12 octubre 2024

Parque Natural da Ria Formosa, desde Olhão

Pese a la evidente fragilidad del entorno, el Parque Natural Ría Formosa es un gran espacio de una biodiversidad que asombra. Las mareas llenan o vacían de agua del mar el terreno que lo circunda. Un terreno ideal para formar salinas. Este inmenso humedal se extiende a lo largo de 60 kilómetros de costa y abarca unas 18.000 hectáreas de territorio de una gran riqueza de flora y fauna. Cuando baja la marea, el terreno se vuelve un poco pantanoso y es posible observar multitud de animales en su rico hábitat. Un entramado de islas crean un sistema protector para la costa. Son cinco islas las que rodean este enclave: Armona, Culebra, Deserta (Barreta), Tavira y Cabanas. Todas ellas se extienden a lo largo del vasto litoral protegiendo las ciudades del envite del mar Atlántico. Forman ensenadas y bahías que protegen el espacio. Las numerosas playas se forman tanto en la zona de la ría como en el mar. Se trata de arenales marinos con vegetación dunar donde se agolpan multitud de aves tanto residentes como migratorias, flamencos, cigüeñas, abubilla, gaviotas...


Cuando visitamos el PN da Ria Formosa ni por asomo nos podíamos imaginar la gran variedad de este territorio. Se suceden los arenales de arena fina, casi blanca, que con la marea baja dejan al descubierto un gran número de conchas de bivalvos, navajas y almejas de todo tipo. Un inmenso espacio dunar en el cuál han construido unas pasarelas de madera para proteger la duna y su frágil flora del paso de los visitantes.



En 4 días de estancia en Olhão, tuvimos que seleccionar qué ver. No deseábamos hacer una visita superficial del Parque Natural de Ría Formosa. Queríamos conocer a fondo su espacio protegido. Necesitas varios días para conocer las cinco islas. En nuestro caso, dedicamos tres días, de los cuatro días, a visitar la isla de Armona (Ilha da Armona). La elegimos por sus arenales y sus bonitas playas y, sobre todo, porque en 15 minutos se llega del puerto de Olhão al puerto de Armona. Así nos cundía más el tiempo, tanto estancia en la isla como de disfrute en las playas.


El primer día que tomamos el ferry a la ilha da Armona, la luz del sol teñía de dorados y reflejos naranja las pequeñas casas que rodean el puerto. Se celebraba un festival en la misma playa con música en directo y la gente estaba eufórica bailando y cantando. Una explosión de vitalidad que nos llenó de energía y de buen rollo para el resto del viaje.


En la isla de Armona nadamos en la playa del puerto y visitamos la Lagoa dos Patos. También pasamos un día entero caminando y nadando por la gran ensenada de Fuseta, sobre todo nadando en la playa de Tesos (Fuzeta ria) donde el agua es más templada y tranquila que en la playa de Fuzeta mar.


Nos costó mucho dejar este entorno y volver a nuestras obligaciones laborales. El lugar te subyuga, te relaja. Olhão es una ciudad portuguesa encantadora, con un aire calmado y que te conecta fácilmente con su naturaleza periférica.

01 octubre 2024

Castellón de la Plana y la buena vida


Me gusta Castellón de la Plana. Es una ciudad agradable. Típica ciudad mediterránea. Está creciendo rápidamente porque sus condiciones son buenas para vivir allí. 

En su imparable crecimiento, la ciudad de Castellón no ha tenido en cuenta su antiguo y bonito centro histórico y por esa razón te puedes encontrar un magnífico edificio modernista al lado de una anodina construcción de viviendas. Los edificios de una o dos alturas de pisos conviven con otros de más de 10 pisos de altura. Sin embargo, hay espacios urbanos muy bonitos e interesantes. Los más impresionantes giran alrededor de la plaza Mayor, con La Torre El Fadrí, el edificio del Ayuntamiento, el Mercado Municipal o Central y la Concatedral de Santa María la Mayor. Al lado, el edificio renacentista La Llotja del Canem, lugar dónde se organizan exposiciones. También cerca está el Museo de Etnología.


Si vas a Castellón de la Plana no dejes de comprar en su Mercado Central. Es un mercado de verdad, de los de antes. Para los que viven allí. Tampoco dejes de comprar embutidos de la zona y sus pastas típicas. Son deliciosas. Si te gustan las pastas saladas no te vayas de la ciudad sin probar sus Ximos. Una especie de bocadillo relleno y frito, un manjar. Un homenaje a la sencillez. Puedes comprarlos en algunos de los hornos que hay en el interior del mercado. Aunque, también hay buenos hornos, donde comprar un buen pan y pastas por los alrededores del mercado.


La plaza Tetuán es una plaza tranquila. Ideal para hacer una parada. Allí verás el monumental edificio de Correos. Un edificio modernista, en estilo neomudéjar. Asimismo, podrás pasear por la Avenida del Rey Jaume I, llena bares con terrazas y en las que puedes tomar algo tranquilamente. Tampoco te puedes perder la oferta cultural de la ciudad. Es interesante visitar el Museo de Bellas Artes en la Av. dels Germans Bou i el Espai d'Art Contemporani de Castelló (EACC) en la calle Prim. También puedes buscar la huella modernista en la ciudad y podrás ver la Casa Chillida y la Casa Calduch o la de los Caracoles.


Otro de los lugares bonitos y tranquilos de Castellón es el Parc Ribalta, un jardín urbano de los más relajantes. En uno de sus lados se encuentra la plaza de toros, un edificio de finales del 1800.


Su frente marino está a pocos kilómetros del centro. Su distrito marítimo es de los más bonitos que he visto. Puedes ver el Planetario y de paso, hacer deporte por su Parque del Litoral. El Grau, la Platja del Pinar, la del Gurugú o la de Heliópolis son espacios con fina arena tostada acompañada de zonas dunares, con su vegetación típica, con pinos y palmeras.

Pasear o ir en bici por el Parque del Litoral es un idea excelente. Es una parte del corazón de la ciudad: late, bombea y da energía. Se respira alegría y buena vida.