La carretera que desde Furnas conduce hasta Ribeira Quente (la EN2-2A) atraviesa un estrecho valle que contiene un verde bosque con variada vegetación. La calzada cuando pasamos por allí estaba en obras. Es una carretera zigzagueante y no muy ancha. Llovía fuertemente mientras recorríamos este valle aunque después, ya en Ribeira Quente, apareció el sol. Algo típico de esta isla durante un corto espacio de tiempo: lluvia intensa, seguida de momentos de potente sol.
La Praia do Fogo se localiza en una gran bahía rodeada por montanas con frondosa vegetación. Es una playa con cierto aire selvático. Aquí la temperatura del agua no es tan fría como en otras playas de São Miguel. Más bien su temperatura es templada debido probablemente a que hay manantiales termales y fumarolas submarinas que emergen en el mar, en la zona izquierda de la playa, justo al final del dique que protege la costa. Un cartel anuncia la situación de los manantiales.
La Praia do Fogo exhibe la bandera azul. No solo por la limpieza de las aguas, también, porque cuenta con buenas instalaciones sanitarias, vigilantes en la época estival, duchas y un buen acceso a la playa. Suele llenarse en verano, porque es una playa cómoda con un buen parking y buenas instalaciones. Se puede pasar el día allí y comer en cualquiera de los restaurantes que salpican Ribeira Quente o en los chiringuitos o bares que hay cerca de la playa.
2 comentarios:
Qué curioso no lo conocía.
Hola, Paco
La verdad es preciosa. Parece salvaje, solitaria, pero es bandera azul y hay socorristas.
Saludos
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