Buscar este blog

17 julio, 2022

Serpa, cautivadora

Arribamos a Serpa desde la villa de Mértola. Es un trayecto encantador. La carretera pasa por el Parque Natural do Vale do Guadiana. Un espacio geográfico de gran valor y riqueza, con inmensas y ricas llanuras y pequeños pueblos agrícolas.


Serpa ha estado habitada, durante siglos, sin duda debido a su buena situación geográfica y a sus condiciones medioambientales. Buena tierra para el cultivo y para el ganado. También es terreno rico en minerales para la fundición y existe agua en abundancia en sus alrededores. Desde siglos y siglos atrás, por tanto, sus buenas condiciones y localización facilitaron la vida allí. Quizá por estos motivos, se han encontrado Menhires, Dólmenes y construcciones que han perdurado a lo largo del tiempo.


Serpa resultó ser una grata sorpresa en nuestro viaje al Bajo Alentejo. La ciudad se halla amurallada. El estado de conservación de la muralla es asombroso y también su longitud.




Muchas de las calles y edificios de Serpa se encontraban en obras. Se percibía un verdadero interés y esfuerzo por conservar y cuidar su centro histórico. Que aparte de ser extenso, es monumental.


Justo en el centro de la población, en su zona más elevada, se edificó un Castillo. El Castillo está adosado a la muralla que rodea el área más antigua de esta población. Para acceder al castillo, el visitante ha de pasar por debajo de una parte de la estructura de la torre del homenaje que cedió y colapsó y quedó encajada, entre muros, formando un hueco pétreo por dónde se accede a la plaza de armas del castillo. Dentro del mismo, han habilitado un bonito espacio como museo municipal de Arqueología. No es un museo grande, pero si resulta muy didáctico. Guarda piezas que datan de la prehistoria, pasando por la Edad de Hierro. La ciudad fue muy importante en época romana y también, bajo dominio islámico. Se pueden contemplar pequeños utensilios como puntas de lanza, collares etc. También piezas de gran tamaño. Si visitas la zona superior de las murallas, obtendrás una excelente perspectiva de la extensión de su gran centro histórico y una buena visión del territorio que lo circunda. Inexcusable acceder a esta parte del castillo.




En la animada Praça da República, encontrarás una de las pastelerías más curiosas, Casa Paixão. Allí todo está riquísimo. También, se suceden cafeterías, restaurantes y comercios con productos de la zona: cerámica, quesos etc. No muy lejos está el restaurante Molho Bico. Comimos allí muy bien. Está decorado con piezas populares de cerámica portuguesa y una gran chimenea que permanecía encendida mientras comíamos. Sin embargo, no era nuestra primera opción. Pretendíamos comer en el restaurante Alentejano, pero por esas fechas, estaba cerrado y no fue posible. La opción alternativa que escogimos, fue muy acertada.




Sin duda, es un gran idea visitar Serpa. A nosotros nos encantó. Es más, nos hubiera gustado alojarnos en esta localidad un par de días o tres para recorrer tranquilamente la ciudad. Hay mucho que ver: sus puertas de entrada a la muralla, la de Moura y la de Beja (muy bonitas) o acercarte a disfrutar de otros lugares, muy interesantes de la zona, como son Mértola o Moura.

2 comentarios:

Paco Piniella dijo...

El Alentejo es una de las zonas más auténticas de Portugal que todavía mantiene ese aire que ya se va perdiendo en otras partes de nuestro vecino país. Me apunto Mértola.

CarmeLa dijo...

Hola, Paco
me gustó mucho Serpa. Es cómoda y tranquila para pasear. Su castillo no es grande, pero en su interior hay un pequeño museo arqueológico. Tiene un burgo bien conservado. Se come de maravilla y en la Praça da República puedes tomar un café y comprar unas pastas en Casa Paixão (una pastelería muy especial).

Mértola tiene un burgo donde se aprecia con claridad cómo debía ser la vida dentro de las murallas. Me pareció interesante, pero la encontré más turística que Serpa. Mértola tiene unos alrededores preciosos, porque está enclavada en el Parque Natural del Guadiana. Las vistas al río desde Mértola son bonitas.

Saludos