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26 junio, 2024

Iznatoraf, en la cumbre

Iznatoraf se localiza en la cima de un alto cerro de más de 1.000 metros de altura. Por ello, las vistas en Iznatoraf desde el Paseo de la Cava son prácticamente aéreas. Desde el Mirador Iznatoraf Enamora o desde el Paseo de la Cava se puede contemplar el mar de olivos, con el paisaje al fondo de la sierra de Despeñaperros y a sus pies el valle por donde discurre el río Guadalimar. Por la vertiente opuesta, desde el Mirador de la Sierra de Segura, puedes verse en la lejanía la inmensidad del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas y en el horizonte, más distante, Las Lomas de Úbeda.


Iznatoraf forma parte de la comarca conocida como las cuatro villas, con Villacarrillo, Villanueva del Arzobispo y Sorihuela del Guadalimar.


Aparcamos el coche en el mismo Paseo de la Cava y entramos a Iznatoraf por la puerta del arco del Pozo de la Nieve. Por esta entrada, llegas a la zona más laberíntica de la villa hasta la Plaza del Convento. Un lugar muy agradable repleto de macetas con flores de colores. La bien conservada muralla y algunas de sus puertas como la Arrabal o la del arco de la calle Campo, así como pequeñas callejuelas como la del Rincón, la de la Higuera, la de Olmos o la de los Caños te indican su pasado medieval y lo poco que ha variado su intrincado urbanismo a lo largo de los años.


La gran plaza de San Fernando, con la Iglesia de la Asunción y la Torre del Reloj, es una de las plazas más bonitas de esta zona de Jaén. También nos gustó mucho la zona de la Ermita de Veracruz. Se halla en una pequeña plazoleta, íntima y tranquila, desde la que parten pequeñas callejuelas floridas. Desde luego, resulta natural que el centro histórico de Iznatoraf fuese declarado Conjunto Histórico Artístico en el 2012. Está muy bien rehabilitado y conserva su patrimonio en perfecto estado.


La posición de Izanatoraf en la cima, con grandes desniveles de terreno a su alrededor, además de su amurallamiento, ha limitado en gran medida su expansión. Por esa razón, la parte más actual y moderna de nueva construcción se ha desarrollado en una ladera del cerro en los extramuros de la localidad. Unas urbanizaciones con nuevas edificaciones, más soleadas y cómodas para la mayoría de sus habitantes.


Iznatoraf fue una de las grandes sorpresas del viaje a Jaén. Una de las poblaciones que más nos gustó por ubicación, por su conservación y urbanismo. Un pequeño tesoro. Desde el Mirador de Iznatoraf Enamora puedes ver los atardeceres más mágicos que se pueden contemplar. Un lujo de verdad, auténtico, emocionante y ¡gratuito!.

11 junio, 2024

Moura y su morería


Moura está en el Alentejo, a unos 50 kilómetros de la antigua frontera con España y a otros tantos de territorio pacense. Tras visitar Fregenal de la Sierra, era nuestro primer destino. El día despertó despejado. Decidimos hacer una parada allí para conocer su barrio de la Morería (uno de los más famosos de Portugal) y de paso comer allí. Siempre se come bien en Portugal.



Resultó sencillo aparcar en Moura. Lo hicimos al final de la Rua da República, una calle animada con comercios de todo tipo. Pasamos por delante de la Iglesia de São Pedro, actual Museo de Arte Sacro, aunque estaba cerrado. Desde allí recorrimos las sinuosas y estrechas calles perpendiculares a la Rua de la República. Las casas encaladas lucían macetas y coloristas flores. Había tiendas de artesanía portuguesa y artesanos del cuero o de la madera. Llegamos hasta la Torre do Relógio, la Biblioteca Municipale y la Fontes das Tres Bicas. No subimos hasta el castillo. Preferimos deambular por la zona de la Morería. Se trata de un entramado de callejuelas serpenteantes, con casas de una o dos plantas, encaladas. En la mayoría de estas pequeñas viviendas, en sus fachadas, lucen las macetas con sus coloristas flores.




Moura es tranquila, cómoda de visitar y muy aconsejable para comprar artesanía portuguesa. Así que, visitarla es una buena idea. Y desde allí puedes acercarte hasta el embalse de Alqueva o las poblaciones de Beja, Serpa o Portel.

Después de comer, nos sentamos en una cafetería de la rua Serpa Pinto a tomar un café acompañado del típico pastel de Belem.

Portugal se disfruta!