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26 mayo 2024

Valencia, el descubrimiento

Tenía curiosidad por ver la transformación que ha hecho Valencia en los últimos años. Llegamos a la ciudad en un espléndido día de invierno. Nuestro hotel estaba situado cerca del centro histórico de la ciudad, en el barrio del Campanar y al lado del antiguo cauce del río Turia (fue desviado su cauce original a finales de los años 50). Ahora, este espacio se ha convertido en un extenso jardín, cuidado, limpio y bonito. El hotel estaba a tres puentes de distancia de las Torres de Serranos (Serrans), puerta de entrada al centro histórico de Valencia. Si decides dar un paseo por los jardines del cauce del río pasas necesariamente por debajo de diferentes puentes. Nosotros pasamos por debajo del puente de Las Artes, el de San José y el de los Serranos.


Pasear por los jardines del Turia es algo muy recomendable porque te alejas del barullo de los coches que circulan por el exterior de ambos lados del cauce. Son jardines urbanos con diferentes instalaciones deportivas: campos de fútbol, béisbol, rugby, skate, algún que otro chiringuito y lavabos públicos. Un espacio ganado que sirve de pulmón a la ciudad y la mejora considerablemente.


Seguidamente pasamos por debajo de las monumentales Puertas o Torres de Serranos. Estas formaban parte de las antiguas murallas de la ciudad. Las murallas desaparecieron y en algunos de sus tramos quedaron absorbidas por el crecimiento de la ciudad e incluso incluidas dentro de algunos edificios. En el Museo IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) existe una sala donde se pueden contemplar los restos de la gruesa muralla que cerraba y protegía la ciudad. Las torres de Serrans son de planta poligonal en su fachada y aplanadas en su fachada posterior. Tienen tres plantas con arcos apuntados, genuinamente góticos por su zona posterior y puedes acceder al cuerpo de esta construcción a través de unas empinadas escaleras.


Desde esta antigua puerta de entrada a la ciudad, por la calle de los Serranos, se accede a la plaza de San Bartolomé y a la plaza de Manises dónde se encuentra la Diputación de Valencia, el Palau Marqués de Scala con su magnífica Torre de San Bartolomé. Desde aquí, las callejuelas y los grandes edificios públicos góticos y barrocos forman el entramado de esta parte de la ciudad, como el Palau de la Generalitat y la grandiosa Catedral de Valencia con tres puertas de entrada de diferentes estilos debido a que su construcción se dilató en el tiempo. Una puerta es románica, otra gótica y una tercera, espectacular, barroca, en la Puerta de los Hierros. Adosada a esta zona de la catedral se halla la Torre del Micalet.


Conviene no perderse la plaza Redonda, la plaza del Ayuntamiento con el edificio del consistorio de la ciudad, la Fundación Bancaja, el Palacio-Museo de los condes de Cervelló, el Convento de Santo Domingo y la Estación de tren, edificio Modernista con los típicos azulejos valencianos. No te olvides tampoco de mirar hacia arriba para sorprenderte por la infinidad de coloristas cúpulas que se reparten por todo el centro de Valencia.


Se necesitan varios días para ver a fondo la ciudad. Así que todavía nos quedaron muchas cosas por ver. Aunque lo más básico es ver el centro histórico y los jardines del cauce del río y, antes de irse, comprar unos dulces en la pastelería Dulzumat. Todos están riquísimos.
Nos alojamos en el hotel Turia. Un hotel bien situado para ver el centro histórico, con un amplio parking y amplias y limpias habitaciones. Sin embargo, en conjunto es un hotel un poco anticuado. Como puntos a mejorar: la eliminación o substitución de la moqueta en los pasillos, actualizar la cafetería y la zona de espera de la recepción y el aislamiento de las ventanas. Nuestra habitación daba a la avenida de Menéndez Pidal. Una artería clave por la que circulan muchos vehículos y por esa razón ruidosa. Pese a sus pros y contras, nos resultó cómodo. Además, tenía parking. Algo esencial si vas con coche y no quieres perder el tiempo buscando aparcamiento. 

11 mayo 2024

Cuacos de Yuste, en la Vera


Cuacos de Yuste es una pequeña población cacereña con mucha historia. A pocos kilómetros, apenas a un par, se yergue el Monasterio de San Jerónimo de Yuste. Se trata de una edificación del siglo XV rodeada de preciosos y cuidados jardines, aunque este monasterio ha tenido posteriores restauraciones. Es una zona donde suele llover bastante, así que ha sido necesario adecuar todo el edificio para que perdurase con el paso del tiempo.


Allí se retiró el emperador Carlos V tras su abdicación y allí pasó sus últimos años, hasta su muerte. Si visitas el Monasterio, podrás hacerte una idea de cómo vivían tanto los monjes como el emperador, además de ver su iglesia y los dos claustros, Uno gótico y el otro renacentista. Al pasear por las dependencias de la zona privada del emperador, te das cuenta de que probablemente cualquiera de nosotros vive mejor que un emperador del siglo XV.


 

En Cuacos de Yuste, nos alojamos en el mejor lugar posible, en la recoleta plaza de España. Una bella plaza porticada en pleno centro histórico de la localidad. Allí se reúnen los habitantes para tomar algo o para comprar cuando se levantan los puestos del mercadillo semanal. También si tienen que hacer alguna gestión en el Ayuntamiento pasan necesariamente por ella. Justo detrás de la plaza de España, se halla la plaza de Juan de Austria y la Fuente de los tres caños. También la estatua del busto del emperador Carlos V. Toda esa zona es la parte del centro histórico más bonita. Se percibe el respeto por conservar las edificaciones y realizar una rehabilitación de las mismas. Si vas por la calle Hernán Cortés, llegas a la Fuente de los Chorros y a la plaza de la Iglesia. Presidiendo esta plaza está la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.



Los alrededores de Cuacos de Yuste son perfectos para realizar largas caminatas. Puedes ir hasta el espectacular Mirador de las Ollas o pasear por el camino de las Pascualas. Incluso puedes llegar andando hasta Aldeanueva de la Vera a través de caminos rurales. Nosotros hicimos muchas caminatas, pese a que algunos días nos llovió. Era una lluvia fina. Sobre el mediodía esta lluvia paraba y andando a paso ligero, notabas hasta calor. 


Cuacos de Yuste es uno de los lugares más bonitos de la comarca de la Vera aunque, en la comarca, se suceden muchos pueblos encantadores entre ellos Garganta la Olla, Guijo de Santa Bárbara, Pasarón de la Vera y/o Valverde o Villanueva de la Vera. Hay muchos más así que en cualquiera de los se encuentran a lo largo de la comarca de la Vera vale la pena hacer una parada.