Pasé parte de mi adolescencia en Alicante. Una ciudad perfecta para ciertas edades. Una ciudad abarcable para un adolescente, que en un momento se puede plantar en la playa.
La ciudad mira al Mediterráneo y es precisamente junto a la línea costera donde se localiza el espacio arquitectónico más hermoso. No se trata de una arquitectura espectacular, pero resulta evidente y significativo tener el mar cerca.
El puerto y la playa siempre están animados y los niños juegan en la arena gran parte del año.
De mi adolescencia recuerdo sobre todo lo que me marcó el hecho de tener la playa cerca y también los picnics familiares. Relativamente cerca de la ciudad se localizan una serie de pueblos de interior y de playa muy entrañables.
Recuerdo perfectamente esos pueblos cuya belleza guardo intacta en mi memoria y donde solíamos ir a menudo: Busot, Finestrat, Benimali, Altea, Xixona, Jávea, Campell, Santa Pola (íbamos a ver la llegada de los barcos que llevaban la pesca del día a la lonja del pescado) Calpe, el Castell de Guadalest, la zona de Aitana, el Port de la Carrasqueta, el pico Puig Campana. También la zona de la Marina Baixa y Alta y alrededores.
En el área del pueblo de Busot existen muchos caminos para hacer senderismo. Dando un agradable paseo se puede ver la Cueva de Canelobre (llena de estalacticas y estalagmitas). Muy cerca se encuentra el pico más alto de esa zona: el Cabeçó d'Or.
- Castell de la Solana.
- Hotel la Serena
- Marisol Park
- Swiss Hotel Morarira
- Pou de la neu
- Mas Fontanelles
- El Capricho de la Portuguesa
- La Venteta
- Las Puertas del Indiano
- Hotel Alahuar
- Hotel rural Barranc de L'Infern
- Hotel Buenavista
- Hotel restaurante Casa Julia
hotelesconencantoalicante