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10 febrero, 2024

Sabiote y su castillo

Desde Úbeda a Sabiote hay poco más de 7 kilómetros. Si te alojas en Úbeda, como era mi caso, es una opción perfecta para conocer una población que mantiene un vínculo profundo con la tierra. Sabiote respira aire agrícola, seguramente porque cuando la visitamos estaba en plena época de la recogida de aceitunas. La localidad se halla sobre un cerro. A sus pies, el valle del río Guadalimar. Grandes y suaves extensiones de olivos que recuerdan, desde nuestra lejanía, a un manto de terciopelo verde.


Dada su cercanía con Úbeda y Baeza, mantiene un cierto vínculo arquitectónico. Les unen las aportaciones que el cantero y arquitecto Andrés Vandelvira, sus hijos y discípulos realizaron en estas tres poblaciones. En Sabiote, la casa de los Messias, la de los Mendoza, el palacio de los Teruel o el casa de las Manillas poseen similares componentes decorativos o arquitectónicos a la de otros tantos edificios de Úbeda o de Baeza. De hecho, en Sabiote vivió y trabajó uno de los hijos de Andrés de Vandelvira, el mayor, Alonso de Vandelvira. Cantero y arquitecto como su padre Alonso, construyó una parte de la iglesia parroquial de San Pedro en el siglo XVI. También ordenó la planificación de la plaza dónde se localiza dicha parroquia y el palacio de los Teruel. Más tarde se trasladaría de Sabiote a Sevilla donde trabajó para la casa de los duques de Medina Sidonia en Sanlúcar de Barrameda.


En Sabiote, su centro histórico gira alrededor de su gran castillo. El barrio cercano a la fortaleza o castillo se caracteriza por su aire medieval de estrechas callejuelas trazadas sin orden ni concierto. Simplemente, se acomodan al irregular terreno del cerro de la localidad. Aunque la ubicación infranqueable de esta fortaleza, se colocó en uno de los extremos de la muralla, no así su parte central. Los muros del castillo que dan al valle enfrente de la población de Navas de San Juan son altísimos y están prácticamente intactos. La zona del muro con menor altura se rodeó de un foso con puerta levadiza. Los muros, de estructura militar - fue fortaleza de la Orden Calatrava -, hacían del enclave un lugar inaccesible y protegido. A pesar de ello, y pese al poderío del Castillo, durante las guerras napoleónicas fue muy castigado.


Paseando por la zona del ayuntamiento comprendes por qué Sabiote fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1972. Recorriendo el paseo de los Torreones, descubrimos sus altas torres con sillares de piedra que, seguramente, formaban parte de sus murallas. Las puertas para acceder a intramuros como la de los Santos o la de Granada o el Arco Nuevo. También nos paramos a contemplar la torre del Reloj, la iglesia de Santa María y el convento de las Carmelitas Descalzas y otras casas solariegas todas ellas con gruesas rejas y amplias puertas de maderas nobles que encontrábamos mientras deambulamos por Sabiote


Pese a que llegamos muy temprano a Sabiote, el tiempo se nos echó encima y tuvimos que regresar rápidamente a Úbeda porque teníamos reserva para comer en el restaurante El Zaguán y no queríamos perderla.

2 comentarios:

Paco Piniella dijo...

Pues he estado el fin de semana pasado muy cerca, en Baños de la Encina, que me ha encantado, he puesto una entrada hoy. Además el entorno igual que casi todo Jaén es precioso. Sobre Sabiote ni siquiera sabía que existía pero me lo apunto para otras visitas.

CarmeLa dijo...

Hola, Paco. Si vuelves a Úbeda, Sabiote está a 7 kilómetros. El castillo es un pasada.
Yo me apunto: Baños de la Encina