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26 enero, 2020

Eratini y Tofolona en la Fócida

En verano, los días clave para iniciar las vacaciones veraniegas, los aviones suelen llevar retrasos. Puede deberse a razones técnicas y también, cómo no, a causa del gran volumen de pasajeros que va de un lugar a otro.

Nuestra llegada a Grecia sufrió un retraso de 3 horas pero estaba de vacaciones y aunque la demora me molestaba, no quise que eso me amargase el inicio de mis vacaciones. Arribamos de noche al alojamiento, Elia suites. Preveíamos llegar tres horas antes y darnos el primer baño heleno, pero no pudo ser. Aún así, nos alegramos de estar de nuevo en tierras helenas y en nuestro alojamiento, que nos gustó desde el primer momento.


El alojamiento consistía en una pequeña casa geométrica de diseño contemporáneo, con grandes ventanales desde los que accedías al cuidado jardín.

La decoración perfecta para pasar unas relajantes vacaciones. No estaba recargada y disponía de todos los elementos esenciales. Cómoda, limpia y para nosotros perfecto. La playa estaba cerca, aunque no era una playa de arena. Además, el alojamiento dispone de un bar-restaurante que facilita mucho tu estancia.

 

 

 

 

La primera noche tuvimos ruido, había una fiesta de cumpleaños con música tecno. Por el contrario, por la mañana todo era relax. Y fue así durante el resto de nuestros días allí. De hecho, el party estaba programado y fue una excepción. Se descansa muy bien allí. No tienes ruido de vecinos, porque son módulos separados, con espacio entre ellos para aparcar los coches. 


El pueblo de Tolofona y Eratini está cerca, les separa 2 kilómetros. Por la noche o a media tarde, si hace buena brisa, apetece ir andando de uno al otro. No tienen grandes infraestructuras para un buen número de turistas, pero existen varios alojamientos de distinto tipo, ideales para la familias atenienses  o de Patras que buscan un lugar tranquilo dónde descansar.


El intenso calor de verano hace que todo tengo un punto de dejadez y de descuido y aunque el entorno es precioso y salvaje. La crisis se nota sobre todo en la falta de unas buenas infraestructuras. Los ayuntamientos de estas zonas, sin casi recursos, no puede subsanar ellos solos los problemas que supone la falta de inversión. De todas formas, aunque las calles no estén bien asfaltadas, las farolas no tengan un buen mantenimiento, falte limpieza y pintura en algunas zonas; estos lugares van sobrados de buena vida. Se respira un ambiente calmo y familiar. 


Los habitantes de los pueblos del interior bajan a refrescarse al mar y pasan largas jornadas hasta bien entrada la noche remojándose en el agua. Toman frappé, la bebida nacional, y disfrutan de la familia y los niños. Los adolescentes se distraen jugando al baloncesto o yendo en bicicleta. Me conmueve, porqué me recuerda a mis veranos infantiles, de muchas horas de juegos de mar, de ir en bicicleta y de hablar con los amigos. Veranos mediterráneos.


Desde Tolofona o Eratini puedes hacer excursiones y llegar a Galaxidi, a Delfos, al monte Parnasos, a Nafpaktos o a la bonita isla de Trizonia, como hicimos nosotros. Eso sí, de un año al otro hemos visto y comprobado el aumento de los molinos de viento para la energía eólica. Espero que esto suponga que mejore y enriquezca esta humilde área de la Fócida.

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