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30 agosto 2025

Paxos, pequeña gran isla


Paxos es una pequeña isla de unos 11 kilómetros de largo por 5 de ancho. Se halla a 7 kilómetros al sur de la isla de Corfú, en el mar Jónico.

Es una isla escarpada donde no hay grandes valles, sino estrechos vértices entre las montañas que se suceden. Las inclinadas laderas están repletas, sobre todo, de olivos que compiten con otros árboles -cipreses, pinos, higueras, limoneros- y con altos arbustos para nutrirse del sol.


Paxos cuenta con abundante vegetación, si la comparamos con otras islas griegas. No tiene altas montañas, pero sí una sucesión de elevaciones y montes que dificultan los accesos entre el oeste y el este y el sur y el norte de la isla.

La mejor carretera de Paxos es una carretera circular que une Gaios, capital de la isla con Lakka, y Loggos. Estas tres localidades también son las que disponen de las mejores playas y a las que se puede acceder andando o en un corto recorrido.


Aunque Paxos, es una isla, las playas no se localizan en todo su perímetro de costa. En la parte occidental, la elevación del terreno da paso a elevados acantilados y cortados que no facilitan la entrada al mar, si no es por medio de un barco. Hay pocas playas accesibles a pie en esta zona.

Por el contrario, la parte oriental de la isla es menos elevada y se inclina suavemente hasta el mar. Aquí es donde se concentran las mejores playas accesibles si viajas en coche o vas a pie. Monodendri (Manodendri), Orkou, Levrechio, Marmari, Kipos, Kamini, Plakes o Balos beach son algunas de ellas.


Es una isla acostumbrada al turismo, aunque en los meses de verano el flujo de turistas a la isla es excesivo. Nosotros la visitamos en junio del 2024, pero no pernoctamos en ella y hemos vuelto este 2025, para pasar unos días y conocerla más a fondo. No me puedo imaginar lo que debe ser la ocupación de la isla en los meses de julio y agosto, en junio ya estaba invadida por los visitantes.


Se puede arribar a Paxos en ferry, en hidroala (hidrofoil), en barcos particulares, en barco-taxi desde el puerto de Corfú capital, desde Igoumenitsa y desde Lefkimmi. Además, existen excursiones de forma continuada que llegan a Paxos desde Sivota o desde Parga, dos poblaciones del Epiro. Es decir, hay un continuo ir y venir de barcos repletos de turistas. Paxos es pequeña y no da para tanto.


Sin embargo, la isla posee un ambiente tranquilo y relajado. O, al menos, lo tiene Lakka, donde estuvimos alojados de lunes a sábado, a salvo del continuo trajín de los barcos particulares. Lakka era un remanso de paz muy recomendable.

15 agosto 2025

Mutxamel, entorno rural

Mutxamel es una población alicantina que, pese a su entorno rural, está muy cerca de la playa de Sant Joan, a unos 8 kilómetros del mar y a 10 kilómetros de Alicante capital. Mi visita fue simplemente una visita familiar.


Mutxamel cuenta con alrededor de 28.000 habitantes, contando sus pedanías. Cómo otras poblaciones satélites de Alicante capital, se ha convertido en un oasis para los jóvenes alicantinos que buscan una residencia y que huyen de la gentrificación de la ciudad y de los altos precios de la vivienda en la capital.


Mi visita duró varios días y fueron jornadas muy agradables. Días de muchas risas, encuentros, paseos y buenas comidas. No sé si debido a ese ambiente relajado y divertido, Mutxamel me gustó. Cuenta con las ventajas y desventajas de una pequeña ciudad. Sin embargo, la ventaja más evidente es lo bien que se vive allí. La gente se conoce, no parece que tengan prisa, tienen la innegable calidad del producto alicantino y están muy cerca del campo. También es cierto que en algunas pedanías que dependen del ayuntamiento de Mutxamel se han construido macro urbanizaciones, esparramadas por las montañas, dónde habitan ingleses, alemanes y holandeses. Urbanizaciones de las que no salen casi para nada de ellas.


Mutxamel tiene un barrio de casas pequeñas y coloridas conocido como el Ravalet. Quizá sea el espacio urbano de Mutxamel más antiguo y mejor conservado. También lo es el de las calles cercanas al Convento de San Francisco de Paula. Convento que se encuentra en obras de restauración y por tanto no pude ver su interior. 

Como en cualquier otra población cercana a la costa mediterránea, en Mutxamel, se mezclan edificios de varias alturas con otros edificios de una o dos plantas. Unos de nueva construcción, junto a otros que no lo son. Dando un poco de sensación de desajuste urbanístico. Tampoco es una población que destaque por sus edificios o monumentos. No tiene un castillo ni muchos edificios históricos. No obstante, en general, la ciudad está pensada para vivir bien. Posee dos arterías importantes: la Gran Vía de Valencia y la avenida de Carlos Soler. Esta última es una calle llena de tiendas de todo tipo, con buenas panaderías y carnicerías y con el pequeño mercado municipal. No lejos del mercado está la sencilla iglesia del Salvador y también por esa zona se hayan mis panaderías preferidas: la Pelailla, el forn de Loreto y la cruasantería Avenida. Dicen que el pan de Mutxamel tiene fama, porque utilizan buenas harinas. 


Como cualquier otra pequeña ciudad, Mutxamel tiene varios espacios ajardinados, como el paseo de la Constitución o grandes jardines como los jardines de Peñacerrada, del siglo XVIII. Está considerado como Jardín Histórico y declarado como Bien de Interés Cultural pese su evidente abandono. El palacio de Peñacerrada es tan grande que seguro que resulta muy complicado buscar financiación para su restauración, así como para el cuidado de sus extensos jardines. 
En la plaza Sant Roc, se hallan los jardines de la casa Ferraz, también muy bonitos. La casa Ferraz es la antigua casa de los marqueses de Amposta. Tiene un árbol espectacular y un torreón de defensa. También está declarada como Bien de Interés Cultural. Imagino que también debe ser problemático buscar financiación para la restauración de la casa Ferraz.


Igualmente, Mutxamel, dispone de un parque municipal, el parque El Canyar de les Portelles, al lado del edificio de la casa de la Cultura. Además, en el núcleo urbano, hay dos ermitas: la de Montserrat y la de Sant Antoni Abad. Ambas ermitas están rodeadas de árboles, cipreses en la primera y grandes pinos y cipreses en la segunda. Mutxamel no es conocida por su rico patrimonio, pero es una población muy agradable y un lugar tranquilo y relajado para visitar o vivir.

La mejor época para conocer esta zona es en otoño, invierno o primavera, en verano hace mucho, mucho calor. 

27 julio 2025

Cuevas de Cañart, entre sierras


La población de Cuevas de Cañart forma parte de la comarca turolense del Maestrazgo. Cuenta con todas las características de las localidades que forman el conjunto de este territorio: difícil acceso, enclavada en un espacio geográfico poco poblado, abrupto, complicado y pedregoso. Dependiendo de la zona es más árido y donde discurren ríos (como el Pitarque, Guadalope, Guadalopillo o el arroyo de Campos etc) es mucho más rico en vegetación.


Si vas en primavera, el verdor de los campos de almendros, olivos, de cereales y las laderas de los montes se llenan de hierbas medicinales o aromáticas como la manzanilla, el romero, el tomillo, la lavanda, la ajedrea o la siempreviva que se suceden entre los pinares y las encinas. 


Las cabras acampan y triscan por estos montes del Maestrazgo y tanto el queso de cabra como el de oveja son de los mejores. Por eso, el queso del Maestrazgo tiene denominación de origen. Esta zona es un laberinto de montes, desfiladeros y valles entre la Sierra de la Garrocha, Sierra de los Caballos y al sur la Sierra Carrascosa. Aquí se asentaron en pequeños pueblos, gente arraigada a esta complicada tierra de fríos inviernos y sofocantes veranos. Fue zona de repoblación de templarios y sanjuanistas y los carlistas se atrincheraron en el área allá por el siglo XIX. Es una población importante para el carlismo por su cercanía a Cantavieja, población que se convirtió en la capital de ese movimiento político.


Para llegar a Cuevas de Cañart atravesamos pequeños poblaciones con casas de sillares de piedra amarillenta. Sin darnos cuenta, pasamos por diferentes paisajes. Al ser una zona poco transitada, es un buen lugar para la práctica de ciclismo de montaña. De hecho hay muchas rutas BTT. Unas de las más importantes es las de la vuelta a la Hoya del Pinar, la vuelta a las Hoces del Guadalope o la de la ruta del Agua.


Cuevas de Cañart está rodeada de importantes poblaciones del Maestrazgo como Molinos, Castellote, Iglesuela del Cid, Ejulve, Villarluengo, Cantavieja, Tronchón o Mirambel. Para llegar al pueblo tienes que tomar una carretera zigzagueante que pasa cerca de Castellote y de Seno. Es una carretera con poco tráfico aunque se suceden los camiones relacionados con las granjas de esta zona.


Cuevas de Cañart es pequeña, pero tiene grandes casas renacentistas, restos de los arcos de su judería, conventos en desuso como el Convento de las Monjas Concepcionistas Franciscanas o el convento de los Monjes Servitas, el Portal de Marzo (lo que queda de la antigua muralla), la iglesias la de San Pedro Apóstol y ermitas como la de san Blas.

Se necesita una buena cantidad de dinero para poner a punto, rehabilitar o restaurar el patrimonio de la Cuevas de Cañart. Una pena que tengamos tanto patrimonio y que no podamos conservarlo por falta de medios o interés político. 


Si visitáis esta zona, no dejéis de recorrer la Ruta del Silencio -una ruta motera que lo que hace en realidad es romper el silencio de la zona-, el sendero del nacimiento del río Pitarque (un lugar especial y bonito) y admirar los asombrosos Órganos de Montoro. También resulta interesante acercarse a Aliaga  para ver su Parque Geológico y sus cuencas mineras.