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09 febrero, 2019

Coria, en el valle del río Alagón

Coria pequeña ciudad del valle del río Alagón, en la provincia de Cáceres. Su población aproximada es de unos 14.000 habitantes. No confundirla con Coria del Río que es una localidad de la provincia de Sevilla, con el doble de habitantes que la Coria cacereña.


La ubicación geográfica de Coria, equidistante de Plasencia y de Portugal, la convierten en un buen lugar para visitar y no solamente por su buen emplazamiento, también, por su gran patrimonio arquitectónico. De hecho, durante siglos fue sede episcopal.


Su casco viejo se halla amurallado. Esta muralla es de época romana, aunque no obstante fue reconstruida en la época medieval. De esa muralla, se conservan varias puertas: la de San Pedro, la del Rollo, la del Sol y la de la Guía.



En la zona de intramuros se construyeron los edificios más interesantes de Coria, como el antiguo Ayuntamiento de la ciudad del siglo XV, el Castillo de los Duques de Alba del siglo XV, el Palacio de los Duques de Alba del siglo XVI, el Palacio Episcopal del siglo XVII -transformado en hotel, justo al lado de la Catedral-, la Alhóndiga, actualmente convertida en Biblioteca Pública Municipal, el bonito Convento de la Madre de Dios (dónde podéis comprar unas pastas dulces muy buenas que hacen las monjas) y la Catedral de la Asunción. Construida entre los siglos XV y el XVIII. Catedral de estructura gótica, con elementos renacentistas y gran campanario Barroco.

 
    

Detrás de la Catedral, en una explanada, podéis ver el antiguo Puente de Piedra del siglo XVI. Actualmente, bajo el puente no pasa agua. Una gran riada cambió el curso del río Alagón.


La estructura laberíntica de las estrechas calles del casco antiguo desembocan en pequeñas plazas: la plaza de España, plazuela de San Juan, la de San Benito, la plaza de San Pedro, la de La Cava y la plazuela del Duque.


Visitamos el Convento Madre de Dios para comparar dulces y para ver su recogido claustro. 
Deambular por la zona amurallada es una muy buena idea. Es un lugar relajante o por lo menos lo era cuando estuvimos nosotros. La mayoría de los restaurantes estaban cerrados. Muchos son pequeños restaurantes familiares que cierran en fiestas puntuales.


Cómo no encontrábamos restaurantes abiertos y los que estaban abiertos tenían las reservas completas, salimos del centro histórico para buscar un sitio para poder comer. No sabíamos muy bien dónde comer y era tarde para ir a otra población . Así que, comimos en el restaurante Mixtura. Bien. Correcto. 

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