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06 abril, 2017

Boticas, para repetir

Boticas se localiza en el noroeste de Portugal, cerca de Chaves y Montealegre, en el conselho de Tras-os-Montes. Se extiende por la Serra do Barroso, formando parte de las famosas tierras de Barroso -que dan nombre a un tipo de raza bovina, la Barrosa-. La miel de Barroso también tiene especial renombre.


Boticas es una pequeña población de unos 4.000 habitantes desperdigados a lo largo de la carretera y en las laderas de las montañas que rodean el valle dónde se sitúa el núcleo urbano.
Este núcleo urbano es de reciente construcción. La parte más antigua queda un poco más alejada del actual centro administrativo y comercial. Por ejemplo, el edificio del Ayuntamiento es de líneas contemporáneas, igual que sus vecinos el Boticas Hotel Art Spa y el Centro de Artes Nadir Afonso.

 
    

El pueblo cuenta con comercios, gasolineras, una biblioteca, museos, una estación de autobuses, bares, restaurantes. Hasta dispone de una amplia zona deportiva, con un gran campo de fútbol y varias piscinas, una de ellas climatizada para utilizarla cuando hace frío o llueve. Es un lugar ejemplar para que los niños crezcan, porque se vive muy bien.

En invierno, Boticas no tiene turistas. Se puede pasear tranquilamente por el Parque de Lazer do Ribeiro do Fontão. Un parque relajante.


Para nosotros lo mejor sin duda de Boticas es su naturaleza, concentrada en el bonito Parque de Boticas Parque Natureza e Biodiversidade, localizado a las afueras del núcleo urbano, a unos pocos kilómetros de la población de Boticas. Se trata de un parque temático para promover la gestión de los espacios naturales protegidos y para preservar su biodiversidad.


Boticas tiene entornos paisajistas interesantes y únicos. Pese a los últimos incendios forestales que ha sufrido la región.
       

Teniendo como base el alojamiento en Boticas puedes hacer un sinfín de excursiones. Nosotros fuimos a ver entre otros el Castro de Carvalhelhos, La Fonte dos Amores, el Puente Romano de Pedrinha y el embalse de Pisoes - cuenca fluvial del río Rabagão -.


Nos agradaron especialmente las rústicas y auténticas aldeas de los alrededores de Boticas. Como Granja, justo al lado de Boticas, Carvalhelhos, Vilarinho Seco, Lavradas, Lamachâ, Negroes, Morgade y el pequeño Vilarinho de Negroes. Estos tres últimos, en línea de costa con el embalse del río Rabagão.



Tenemos intención de volver a Boticas. Nos enamoró su paisaje, su gente, la tranquilidad que se respira, su Vinho verde y el famoso Vinho dos Mortos - típico de la aldea Granja -.

Un vino con historia. Dicen que para evitar el robo del vino por parte de las tropas napoleónicas, los lugareños enterraron sus garrafas de vino bajo tierra. Cuando las desenterraron se dieron cuenta que la temperatura constante que tenía el vino bajo tierra le beneficiaba. Así que se ha seguido haciendo desde inicios del siglo XIX. Enterrando el vino. Una curiosidad de la zona.

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