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29 agosto, 2013

Xirokambi

Xirokambi constituyó nuestra primera parada y allí se localizó nuestro primer alojamiento: el hotel Taleton.


Xirokambi está situado a apenas 15 kilómetros de Esparta, en la ruta E65 que une Esparta con Githion. Desde Atenas, cogimos la carretera E94 vía Corintio y después Trípoli. Desde Trípoli la carretera E65 que lleva a Esparta y finaliza en Githion. 


Xirokambi se halla a un lado del valle de Esparta, también conocido como valle del Eurotas y a los pies del majestuoso Taigetos. Localizado en un fértil valle con árboles frutales, olivos y viñas, gran parte del cultivo es ecológico. Una excelente apuesta para competir en Europa.


Se trata de un pueblo genuinamente rural. Es interesante acercarse hasta allí, por su proximidad con Mistras y con el desfiladero de Anákolo. Este desfiladero tiene senderos que llegan hasta las mismas cumbres del Taigetos. Taigetos es el nombre que se le da a la cadena montañosa, con su pico más alto a 2.404 metros de altura.  

  

Instalados en Xirokambi, fuimos a ver el puente helenístico, sobre el río Rassina, que está ubicado a la entrada del desfiladero o garganta de Anákolo. Por este desfiladero, llegamos hasta el pueblo abandonado de Komousta. Me pareció increíble que un enclave tan espectacular estuviera deshabitado. Sólo una simpática pareja, él griego y ella francesa, viven allí, durante unos meses al año. Fueron muy amables con nosotros. Además de una plácida conversación nos obsequiaron con un té de roca buenísimo.


En Komousta, las casas de piedra son las mudas y únicas protagonistas de lo que allí ocurre. El silencio solo roto por el sonido de las cigarras, extraña. Después de una larga caminata, nos bañamos en el río Rassina, de aguas frías, cercano a Komousta.


El único inconveniente de esta área geográfica es el calor sofocante y aunque está cerca del mar, la cadena montañosa del Taigetos y la del Parnon que rodean el valle de Esparta impiden que llegue hasta allí la suave brisa marina. Nos explicaron que Xirokambi tiene más vida en invierno que en verano y la razón es que desde aquí se organizan excursiones, fuera ya de la temporada estival, a los montes cercanos al Taigetos


El suave clima del invierno, aunque suele nevar por esta zona, facilita los largos trayectos por la montaña. En verano, el calor impide, prácticamente, cualquier excursión que implique un gran esfuerzo.

13 agosto, 2013

Peloponeso

Después de nuestra grata experiencia cretense, quisimos seguir con el periplo griego. 


Un nombre que remite a un espacio geográfico surgió con fuerza en mi cabeza: Peloponeso.


Una península fascinante, de contrastes sorprendentes y con un rico pasado histórico y cultural, ¿quién no ha oído hablar o leído algo sobre Micenas, Epidauro, Esparta, Olimpia, Corintio y la misteriosa Mistras? Nombres de lugares o personajes legendarios como Menelao y Leónidas, hechos que nos evocan históricas antiguas, mitos y leyendas...



Cuando inicié la búsqueda de información sobre mi nuevo destino, enseguida vi que debía concretar la zona que quería conocer. El Peloponeso es una península grande y muy montañosa. Por ejemplo, la cadena montañosa del Taigetos -Taygetos-, que marca y divide el fértil valle de Esparta o del Eurotas del mar, posee más de 100 kilómetros de largo desde su comienzo hasta su finalización en el cabo Matapan o cabo Tenairo.



Mi idea era llegar hasta Esparta, en Laconia, y conocer distintos desfiladeros que abundan por la zona del Taigetos y sobre todo visitar Mistras. Desde Laconia pasar a Kardamili en Messenia, para más tarde acercarnos hasta la Península de Mani. Y justamente eso es lo que hicimos. 


Lo ideal hubiera sido llegar hasta Kalamata en vuelo directo, pero debido a la dificultad de las conexiones aéreas, tuvimos que ir a Atenas, alquilar un coche y del aeropuerto llegar hasta Xirokambi, localidad escogida para pasar unos días en el valle de Esparta. 

La autopista que te lleva hasta Esparta, pasando por Tripoli es la E94 que se coge al salir del aeropuerto, en Elefsina. Se trata de una autopista nueva, bien señalizada y, a nuestro parecer, bastante económica, para el precio que están las autopista en mi país.