Buscar este blog

14 febrero, 2010

Laredo

Me fascina viajar en invierno a lugares de veraneo. Los pueblos costeros de la zona cántabra quedan prácticamente deshabitados. Eso le da un aire decadente y bucólico al lugar.
A algunas personas, ese vacío, les puede resultar inquietante. A mi me gusta. Las playas están casi desiertas. Te cruzas tan sólo con algún pescador o deportista.


La magia del lugar vacío, el silencio, la visibilidad del paisaje, las caminatas por la playa, me recargan las pilas para la vuelta a la ciudad y al trabajo.


Ese aspecto de deshabitado lo tiene Laredo en invierno.

Laredo es la típica ciudad, del norte, de veraneo. En los meses de julio y agosto se llena. Grandes urbanizaciones de casas pareadas y altos edificios copan la primera línea de costa.


Laredo tiene un casco antiguo muy interesante, conocido como Puebla Vieja.

Puebla Vieja fue declarada Conjunto Histórico Artístico en el 1970. Este primitivo núcleo de Laredo tiene su origen en la Edad Media. Aún se puede ver una parte de su muralla medieval y su iglesia gótica: Santa María de la Asunción. Alrededor de ella se pueden contemplar una serie de edificios con fachadas de los siglos XVI y XVII.


En Laredo, también puedes disfrutar de una playa larguísima de arena fina y dorada en forma de lanza.
La playa es tan hermosa que puedes entender que se llene de gente los meses de verano.

01 febrero, 2010

Castro Urdiales


Castro Urdiales es la última población importante de la costa oriental de Cantabria. Ubicada a orillas del mar Cantábrico y rodeada de montañas, Castro Urdiales es un lugar muy recomendable. Puede presumir de ser una pequeña ciudad de costa, señorial y muy norteña. Se halla  a tan sólo 37 kilómetros de Bilbao, además está muy bien comunicada por carretera. Cerca pasa la autovía Bilbao-Santander, con lo que te plantas en cualquiera de esas capitales en un momento.



No tenía ninguna referencia de Castro Urdiales, pero había leído que en el hotel Las Rocas se desayunaba bien. Como veníamos del aeropuerto de Bilbao y aún no habíamos desayunado decidimos seguir la sugerencia. El hotel está junto al paseo y cerca de la playa. Aparcamos el coche en la misma puerta y desayunamos de maravilla.
Tras el desayuno, nos acercamos al frente marítimo. Toda la línea marítima de Castro Urdiales es de una gran belleza. Dispone de un castillo medieval, de una iglesia gótica y de un puerto perfectamente resguardado del viento.
.
.
El castillo medieval es del siglo XIII y está situado al lado de la iglesia de Santa María. Su estructura pentagonal tiene fuertes cubos angulares. Es de mampostería.

La iglesia de Santa María de la Asunción data igualmente del siglo XIII. Posee una planta basilical que consta de tres naves. La nave central dobla en altura a las naves laterales.
.
.
En el frente marítimo se ha construido el Paseo Marítimo, que bordea la ciudad y discurre paralelo al mar y al Paseo de Ocharan Mazas. Empieza, prácticamente, en el Parque Cotolino y bordea la costa hasta la zona más antigua,  la del castillo y la iglesia.  El Ayuntamiento de la ciudad, edificio del SXVI, se ubica en este frente marítimo. Está muy cerca de la iglesia y el castillo, en el casco viejo y justo al lado del puerto.

.
El Paseo Marítimo es muy animado, sobre todo cuando sale el sol y la gente pasea por él. Castro Urdiales, es una ciudad animada, con un casco antiguo interesante y una zona cerca del mar de "tapeo" muy recomendable. Se come de maravilla, el ambiente de la calle es relajado y simpático ¿qué más se puede pedir?