Cala Banys es uno de mis bares preferidos de la Costa Brava y no sólo por su ubicación, que es perfecta.
Me gusta mucho ir allí, en especial si hace un día de sol radiante. La visión del mar, la brisa, las palmeras y el sonido del agua me provocan un estado de bienestar tremendo. Pocas cosas me satisfacen tanto como contemplar el mar y desde allí puedo disfrutar de una panorámica marina asombrosa.
Me siento muy positiva cuando voy a Cala Banys.
Está situado en pleno acantilado, desafiando las leyes de la gravedad. Desde allí la vista es puro espectáculo.
Mientras degustas una caipirinha o una cerveza fría puedes contemplar un magnífico paisaje y oír como el mar golpea contra las rocas.
Me siento muy positiva cuando voy a Cala Banys.